Por: Edward Rodríguez.
Sin tregua ya una parte de la izquierda y sindicatos argentinos cuyos líderes forman parte del historial de corrupción de ese país , ya anunciaron una protesta para el 19 y 20 de diciembre, que no es aislada y a pocos días de la toma de posesión de Javier Milei, lo que pretende es sentar las bases para intentar repetir la salida abrupta del recién electo presidente, tal cual como ocurrió en 2001 con Fernando De La Rua.
Hemos visto declaraciones de Milei, donde sostiene que toda protesta tiene derecho a realizarse, mientras se desarrolle dentro de la ley, fuera de ella nada.
Los convocantes también protestaron contra Alberto Fernández, menos relevantes, pero tomando ejemplos de otros países del continente que han tenido gobiernos de derecha recientemente y han lidiado con una fuerte oposición irracional de izquierda, me atrevo a pensar que no son aislados sino que están dentro del plan del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla con la intervención de Maduro, Cuba y Nicaragua.
Que no ocurrirá en Argentina sería ingenuo. Estos movimientos que reciben financiamiento y líneas no van descansar, al contrario, desde esas trincheras jugarán a paralizar el gobierno de Milei que no gozará con el apoyo del Congreso y que estará en negociación permanente.
Si observamos en la Chile del periodo presidencial de Sebastián Piñera, en su segundo mandato del 2018 al 2022 donde se tenía la expectativa que sería mejor gobierno y de mayor crecimiento económico que el primero, ocurrieron hechos que lo frenaron; inclusive hasta se llegó a pensar que el gobierno caería con las protesta que se originaron el 18 de octubre del 2019 las cuales seguimos por los medios de comunicación y redes sociales, y vimos aquellas imágenes impactantes como la de la estación del metro en llamas, multitud de gente en la calle manifestando y saqueos.
Todo comenzó aparentemente con el aumento de 30 pesos al boleto del metro, pero detrás estaba la mano de la izquierda radical y del partido comunista unido con sectores anárquicos, todos vinculados al actual presidente Gabriel Boric. Sebastian Piñera tuvo que ceder y poner en marcha la consulta a la reforma de la Constitución que luego pierde Boric en ejercicio.
Los contrapesos en el poder son fundamentales y es bueno para las democracias tenerlos, pero esos contrapesos cuando esa izquierda no gobierna son usados para paralizar los gobiernos emergentes de tendencia distinta, en este caso fue lo que ocurrió en Chile, una muestra más de esos movimientos eran las exigencias en plena pandemia para ayudas sociales y que esos grupos que hoy apoyan a Boric no lo exigen sino que callan.
De igual forma le hacemos una radiografía a lo que fue el gobierno de Guillermo Lasso en Ecuador, un Rafael Correa con afán de regresar a su país y retornar al poder con otra figura que pudiera manejar a su antojo, ejecutó con esa izquierda una mora parlamentaria que detuvo las reformas que quería aplicar el ex presidente y de paso consiguió financiamiento en Venezuela, muchas veces se le vio en Caracas y se escuchó hablar de asesores en el área financiera y de la famosa ‘burbuja Caraqueña’, que ‘todo se arregló’ y en el 2022 vendió más autos Ferrari que en Los Ángeles.
Ya el 3 de abril del 2023 en menos de dos años en ejercicio Lasso señaló que enfrentaba un nuevo intento de desestabilización por parte de Rafael Corre, Jaime Nebot y Leonidas Iza. Su gobierno se caracterizó por fuertes protestas, cuestionamiento a su gestión, enfrentó cuatro intentos de desestabilización, además de los Pandoras papers, levantamiento indígena en junio 2022, noviembre 2022 y cinco revocatorias del mandato.
Sin muchas opciones, Lasso prácticamente al mes, exactamente el 17 de mayo a las 8:21 am publicó en sus redes sociales lo que no conocíamos hasta el momento como el recurso jurídico muerte cruzada: “He firmado el decreto ejecutivo 741 con el objetivo de disolver la asamblea nacional y solicitar al CNE se convoque elecciones”. En efecto se dio la elección y hoy Ecuador tiene a Daniel Noboa como presidente y a Correa afuera operando y pensando cómo frenar ese corto período presidencial.
Con estos antecedentes, al Presidente Milei y a los demócratas del continente les toca estar atentos y la ofensiva y no subestimar ninguno de esos eventos que puedan darse en el futuro inmediato que se visten de reclamos sociales ya que terminan siendo operaciones tácticas para desestabilizar.
Al Presidente Milei con sus reformas es bueno que tenga en cuenta la opinión de Moises Nain que basado en su experiencia como ex ministro de fomento del gobierno de Carlos Andrés Pérez en Venezuela que recibió el golpe fallido de Hugo Chávez en parte por las reformas inmediatas que se ejecturon, hoy el consejo Naim es “no apresurarse a desmantelar las protecciones sociales pues dejaría a la sociedad más inestable”.
Como vemos, al acecho siempre está esa izquierda autoritaria que no contempla los contrapesos del poder sino la desestabilización.