La Inteligencia Artificial y su incidencia en las comunicaciones ha sido el tema central de discusión del Congreso del Centenario del Diario Católico del Táchira, realizado desde la tarde del pasado martes 14 de mayo de 2024 en el auditorio de la Universidad Católica del Táchira (UCAT).
El Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, quien viajó desde Roma para el aniversario, manifestó este miércoles 15 de mayo durante un conversatorio con estudiantes de la Universidad de Los Andes (ULA) y la Universidad Católica del Táchira (UCAT) que la inteligencia artificial es un desafío para el que siempre debe tenerse en cuenta la condición humana.
Aconsejó nunca dejar de realizar el encuentro entre las personas, pues la Inteligencia Artificial no puede simular las emociones humanas, y advirtió que existen aplicaciones que abren caminos peligrosos.
“La Inteligencia Artificial nunca podrá sustituir nuestras necesidades humanas y en particular la del amor. Nunca tendrá la capacidad que podemos tener nosotros de distinguir entre el bien y el mal, esto ha ocurrido con la prensa, la radio y la televisión”.
Destacó que también se debe estar muy pendiente de no desinformar al utilizar esta herramienta, pues resaltó que, aunque antes de que existiera la comunicación social los comentarios malintencionados estaban en la vida corriente, actualmente con el mal uso de las redes sociales y de la IA se hace urgente una respuesta activa y responsable de parte de los encargados de las comunicaciones.
Precisó que existen periódicos que escriben y transmiten artículos producidos por la IA, lo que no tiene el visto bueno de la academia, que, aunque no impide su uso, busca que sea sólo una herramienta de apoyo. Acotó que lo mismo ocurre en el campo eclesiástico, ya que la Inteligencia Artificial puede realizar homilías, pero el sacerdote corre el riesgo de que sea cambiada la intención de lo que se quiere evangelizar. “Puede unir frases bonitas tomadas de diversos lados, pero no tratar el tema con profundidad, ni con el enfoque humano de predicador”, dijo.
Entre los aspectos positivos de la IA, Paolo Ruffini destaca la posibilidad de organizar de manera rápida los datos de una producción comunicacional, poniendo como ejemplo el proceso de digitalización que inició el Diario Católico de todos sus ejemplares, en el que esta herramienta ayudará a organizar por temas y a hacer resúmenes.
También la considera de ayuda en la traducción de textos de un periódico en otras partes del mundo, o para que una información pueda llegar a lugares muy lejanos a donde no se acerca el periódico.
Afirmó que la IA es trascendental para escuchar lo escrito o transmitir en imágenes lo que se tiene escrito. Elementos que considera irán cambiando de cara al futuro.
“Ayudar a crear el gran nosotros”
Por su parte el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, expresó que al trabajar con Inteligencia Artificial se debe tomar en cuenta la dignidad humana, pues resaltó que la noticia si es distorsionada puede generar situaciones de conflicto, y se requiere un manejo informativo que permita el diálogo y el encuentro entre todos.
“Encuentro es el reconocimiento del gran nosotros. Estamos llamados a vivir un gran nosotros, en el encuentro que respeta la condición del otro. La inclusión es también con los vulnerables, aislados, no es solo condición física o de ideología. Somos nosotros los protagonistas, la inteligencia artificial no puede ser algo absoluto, sino que tiene que ser un medio para poder desarrollar muchas cosas, siempre en el respeto de la dignidad humana, somos nosotros los protagonistas, no debe ser al revés que la Inteligencia Artificial, que, aunque tiene elementos positivos, en el fondo puede convertirse en una gran mentira, porque no es inteligencia propia y no es artificial, sino que está programada”, explicó.