La increíble historia de Madagascar

"Es una pena que se conozca a Madagascar a través de una película de ficción y no a través de un logro de la vida real", gritó a los cuatro vientos el capitán Faneva Imà Andriatsima en una entrevista a la BBC ​después de que Madagascar lograra la inédita clasificación para jugar la Copa África.

Madagascar festeja una Copa de África para la historia de su país

 

«Es una pena que se conozca a Madagascar a través de una película de ficción y no a través de un logro de la vida real», gritó a los cuatro vientos el capitán Faneva Imà Andriatsima en una entrevista a la BBC ​después de que Madagascar lograra la inédita clasificación para jugar la Copa África. Siete meses después de esa declaración, su equipo es noticia por sus éxitos futbolísticos y su recorrido en la competencia parece de película: se instaló en cuartos de final y aún no perdió ningún partido (Jugaban ayer ante Túnez).

Uno de los países más pobres

 

La aventura comenzó en las Eliminatorias de la Copa África. Madagascar, que en 2013 figuraba en el 187° escalón del ránking FIFA sobre 211 seleccionados, eliminó a Santo Tomé y Príncipe y se aseguró una plaza para ser parte de Egipto 2019.

Su debut en la Copa África fue un logro mayúsculo si se considera que se trata de uno de los países más pobres del planeta. Según los últimos censos, el 70 por ciento de sus cerca de 25 millones de habitantes vive con menos de un euro al día. La isla, la cuarta más grande del mundo con una superficie de 587 mil kilómetros cuadrados -poco menos que el doble de la provincia de Buenos Aires-, se ubica al este de África, sobre el Océano Índico, frente a las costas de Mozambique. Vieja colonia francesa, declaró su independencia el 14 de octubre de 1958.

Su nombre, que ya les sonaba a los fanáticos del TEG como punto estratégico, se vincula irremediablemente con la película animada de Dreamworks, cuyos guionistas se tomaron la licencia de mezclar un león, una cebra, una jirafa y una hipopótamo con los sí tradicionales lémures. Pero, como dijo Faneva Imà Andriatsima, la verdadera historia de película es la que están escribiendo él y sus compañeros en la Copa África. En fase de grupos, Madagascar empató con Guinea (2-2), venció a Burundi (1-0) y le ganó a la poderosa Nigeria por 2-0. Así se metió en los octavos de final sin perder ningún partido.

De la mano del francés Dupuis

 

En esta hazaña, tiene gran injerencia el entrenador Nicolas Dupuis (51), que tomó las riendas del equipo en 2017 e hizo debutar en la selección a 12 de los 23 convocados. Una peculiaridad: el francés de Moulins no sólo dirige a Madagascar. También entrena el club FC Fleury 91, de la cuarta división del fútbol de su país. «Los dos equipos son muy especiales para mi corazón», aseguró el DT.

Ya en octavos, los malgaches eliminaron a la dos veces campeona República Democrática del Congo por penales y avanzaron a cuartos, donde ayer se enfrentaban con Túnez e intentar seguir haciendo historia. De esta manera, pasaron de estar entre los seis peores seleccionados del mundo a ser uno de los ocho mejores de África -actualmente su ubica en el 108° lugar de la clasificación mensual de la FIFA-.

 

Cuatro profesionales

 

En cuanto al plantel, sólo cuatro futbolistas juegan en alguna Primera División de Europa: Jérémy Morel (Lyon, de Francia), Thomas Fontaine (Reims, de Francia), Anicet Abel (Ludogorets, de Bulgaria) y Marco Ilaimaharitra (Charleroi, de Bélgica).

El resto del plantel se reparte entre la Segunda División de Tailandia; la liga de la Isla Reunión -que se encuentra en el Océano Índico, a unos 950 kilómetros de distancia-; la cuarta división de Francia, donde compiten equipos no profesionales y dirige Dupuis, y la liga de Madagascar, donde juega el único jugador con un nombre fácil de pronunciar…

Se trata de Romario Baggio, quien en su nombre junta a las dos estrellas mundialistas que se enfrentaron en la final de la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994, en la que Brasil venció a Italia y se quedó con el título. «No sé por qué me llamaron así», contó el futbolista, cuyo nombre completo es Jean Romario Baggio Rakotoharisoa, en una entrevista. Tiene 23 años y juega como lateral izquierdo en Fosa Juniors, equipo de Mahajanga -localidad ubicada a 565 kilómetros de Antananarivo, la capital malgache- y último campeón del campeonato local.

 

Apoyo para hacer historia

 

Esta gesta de Madagascar no habría sido posible sin la colaboración de Andry Rajoelina, presidente de Madagascar, quien aportó 175.000 euros de su bolsillo para financiar los gastos del equipo.

La otra sorpresa de la Copa África fue la Selección de Benín, que nunca había superado la fase de grupos y llegó a cuartos de final sin haber ganado ni un partido. Cosechó cuatro empates durante Egipto 2019 y, en octavos, eliminó a Marruecos por penales. Pero en cuartos cayó 1-0 ante la Senegal de Mané, la figura del Liverpool, y se despidió del torneo. El único gol lo convirtió el volante del Chelsea, Idrissa Gueye, a los 24 minutos del segundo tiempo. El otro que garantizó su pase a semifinales es Nigeria, que este miércoles superó por 2-1 a Sudáfrica.

Este jueves, además de Madagascar-Túnez, se disputaba el juego restante entre Costa de Marfil y Argelia.
No hay dudas de que esta Copa África quedará en la historia. En primer lugar, es la primera en realizarse en verano, con partidos donde la temperatura alcanza los 42 grados, y en juntar a 24 selecciones, en lugar de 16 como es tradición. Pero además, en cuartos, ya no están la vigente campeona, Camerún; la anfitriona y subcampeona, Egipto y la tercera más ganadora, Ghana. En cambio, sí estuvieron Benín, que nunca había entrado siquiera a octavos de final, y Madagascar, que en su primera participación en la Copa busca inscribir su nombre en la historia del fútbol continental.

 

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