Ciudad del Vaticano, 6 may (EFE).- La Guardia Suiza, el ejercito más pequeño del mundo encargado de defender al Vaticano y al pontifice, cuenta tras el juramento de este lunes con 34 nuevos reclutas que formarán parte de los 135 soldados del contingente y que se preparan para las tareas que les esperan para el Jubileo del año próximo.
“Estamos volviendo a los niveles anteriores al Covid, un soplo de aire fresco que nos permite afrontar el Jubileo de manera más cómoda», explicó a los medios el cabo Eliah Cinotti, portavoz del ejército del papa y después de la crisis que atravesó la institución con pocas solicitudes de ingreso.
Los 135 soldados que en su mayoría se ocupan de las tareas de seguridad y vigilancia del Vaticano, sin los coloridos uniformes con los que se les asocian, tendrán trabajo extra el año que viene con la llegada de cerca 30 millones de fieles a Roma para participar en los eventos del Jubileo.
La ceremonia de juramento se celebró en el patio de San Dámaso del palacio apostólico Vaticano como cada 6 de mayo, con motivo del aniversario del saqueo de Roma donde 189 guardias suizos defendieron al papa Clemente VII contra el ejército de Carlos V.
Durante la celebración, el capellán leyó la fórmula del juramento: «Juro servir fiel, leal y honorablemente al pontífice reinante y a sus legítimos sucesores, dedicándome a ellos con todas mis fuerzas, sacrificando, si es necesario, incluso mi vida en su defensa».
«Yo, Alabardero…, juro observar fiel, leal y honorablemente todo lo que en este momento se me pide. ¡Que Dios y nuestros Santos Patronos me asistan!», respondieron los soldados con los tres dedos de la mano levantados como símbolo de la Santísima Trinidad.
Para esta ocasión los guardias visten el uniforme de «gran gala», que incluye una coraza que pesa más de 15 kilos y que se usa sólo para los grandes eventos como la bendición papal ‘urbi et orbi, en Navidad y Semana Santa.
Los requisitos de los nuevos reclutas siguen siendo los mismos: varón, suizo, católico practicante, soltero, una edad entre los 19 y los 30 años, al menos 174 cm de altura, buena salud y una reputación intachable.
Y por el momento no se esperan cambios pues no parece que se haya abierto a la posibilidad de incluir mujeres, según indica la propia Guardia Suiza, mientras que la admisión de soldados de otras religiones «no está sobre la mesa», al menos por el momento.
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