Cada día es más difícil para “ Juan Pueblito” el acceso a la gasolina. Adquirir gasolina subsidiada es una proeza. Hay que calarse varios días en una cola infernal y para eso se necesita tiempo. La gasolina a precio de dólar normal, a 0,50 el litro tampoco es fácil. Hablando con los vecinos me he encontrado con una situación real. Dramática. Con la gran mafia de la gasolina. ¿ Como hacen ustedes para surtir su tanque?. Veamos.
“Esto se fregó. Pero arriba está Dios. La compro a dos dólares y medio el litro” me comenta Juan para ponerle un nombre y sin ningún tipo de problema. A la hora que necesita el producto se pone en contacto con el vendedor. Se baja de la mula y aquí está la gasolina. Dando y dando. Ese es un caso.
Orlando, otro vecino tiene una moto con la que se gana la vida. Se la llevan a su trabajo y paga dólar y medio por litro. Requiere de cuatro litros para la pequeña nave donde se moviliza desde Caminos de Carvajal en La Arboleda al negocito que tiene en el terminal de pasajeros. Dice: “ Es un amigo mío. Menos mal porque aquí estuviera en mi casa varado y hay que ganarse el pan de cada día”.
Reynaldo ha tenido más de una semana su auto en la bomba de Las Acacias, desde el jueves 10 de Junio de flexibilidad en espera que el sábado 12, pudiera surtir del anhelado líquido el tanque de su carro. Sin embargo, al llegar el día arribó una gandola a esa estación de servicio. Se formó el alboroto. “La gandola, la gandola” exclamaban eufóricos los compradores. Se formó el corre corre. El gozo se fue al pozo.
“Por estos ojos que lo vieron, estacionaron la gandola y esperábamos que empezaran a recoger las cédulas, cuando el conductor recibió una llamada con la orden de que esa gasolina no era para Las Acacias. Prendió la pesada unidad y esta se perdió montaña arriba” me cuenta un profesor con residencia en los Cerrillos que vió subir la gandola hacia La Puerta. Llegó el Lunes 14, y la Guardia comenzó a hacer su trabajo dejando sin efecto las largas colas de vehículos. Se entiende que es semana radical, pero ¿son culpables los dueños de los carros que se incumpla con el abastecimiento de gasolina en la semana flexible?.
A la conversación con el profesor se une un amigo que trae y lleva productos para comercializar en Timotes donde compran la gasolina a 4 dólares el litro. ¡ Que negoción!.
Aquí a mi me entran las dudas y disculpen lo mal pensado. ¿Tendrá esta versión algo que ver con la gandola que iba para Las Acacias y tomó las de Villadiego, montaña arriba? ¡Sabrá Pepe!.
La gran mafia de la gasolina en el estado Trujillo está campante y sonante. Hay mucha gente involucrada. Unos supuestamente con uniformes, otros de civil seguramente. Mafia que se está enriqueciendo a pasos agigantados. Mafia que tiene sus propias leyes. Jamás dudaremos de las palabras de un hombre como Rangel Silva, gobernador de Trujillo, cuando muestra preocupación por el tema de la gasolina. Pero, la verdad verdadera de acuerdo a mi percepción y a lo que he investigado, sin ir a la Nasa, sino simplemente hablando con la gente es que hay gasolina pero comprándosela a la mafia, a altos precios que oscilan entre dos dólares y medio el litro hasta los cuatro dólares como el caso de Timotes y esa gasolina llega a Trujillo por vía terrestre y en las pesadas unidades que existen para transportar el producto a nuestro territorio.
¡Pele el ojo Gobernador métale la lupa a esa mafia y a lo mejor encontrará una que otra sorpresa!
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