Roma, 7 oct (EFE).- Una pasarela atravesará la Fontana de Trevi de Roma para poder verla de cerca mientras se restaura hasta final de año y servirá, de paso, para regular el número de turistas y valorar si finalmente se cobrará por observar el famoso monumento.
La instalación brindará «un modo único de ver el monumento desde más cercana y también de probar la modalidad de contención de turistas experimentalmente, pues se establecerá un máximo de personas», explicó este lunes el alcalde de la capital, Roberto Gualtieri, en la rueda de prensa con la que ilustró el proyecto.
Las obras de mantenimiento y limpieza de esta famosa fuente, una monumental obra del Barroco integrada en la fachada del renacentista ‘Palazzo Poli’, comenzaron este lunes y se prevé que la pasarela este lista en un mes, de cara a noviembre.
Las labores, según las previsiones del ayuntamiento, deberán terminar antes de que comience el Jubileo, el próximo 24 de diciembre (durante todo el 2025 se espera la llegada de alrededor de 30 millones de peregrinos por la celebración del Año Santo).
La pasarela se retirará cuando arranque esta celebración católica pero permanecerá un sistema de «contención» alrededor de la fuente con una entrada gratuita con el objetivo de regular la afluencia de turistas y evitar las constantes aglomeraciones.
Esto, según el regidor, ofrecerá la oportunidad de «estudiar mejor la gestión de las filas, de los flujos de turistas y del personal que se necesita para mejorar la experiencia».
De este modo las autoridades capitalinas podrán también evaluar si finalmente se cobrará para poder acceder a la parte inferior de la Fontana, concretó el alcalde.
El concejal de Turismo, Alesandro Onorato, planteó recientemente cobrar 2 euros a los visitantes de este monumento, todo un icono de Roma, para «garantizar una experiencia única» a sus más de 10.000 visitantes diarios, levantando una polvareda de opiniones diversas.
Para esta medida -aún en fase de estudio- no se instalará ningún torno u otro tipo de barrera sino que serán unos guardias los encargados de contar el número de personas que acceden a la Fontana y cuando se alcance el máximo limitarán el acceso.
El objetivo de esta medida es conseguir un turismo «más responsable, lento, que respete la ciudad y que los turistas tengan un recuerdo positivo», señaló Onorato.
No es la primera vez que una pasarela cruza el vaso de la Fontana de Trevi sino que también se colocó durante los casi 17 meses de su última limpieza, concluida en noviembre de 2017 con el mecenazgo de la firma romana Fendi, que en 2016 celebró sus 90 años de historia con un desfile sobre sus aguas dirigido por Karl Lagerfeld.