La especulación a través de los comercios instalados en los municipios del Eje Panamericano, en unos casos y en otros a través de ventas móviles como el caso específico del gas para uso doméstico, por medio de personas involucradas en este comercio irregular, acentuándose la especulación con los puntos bancarios con precios que varían hasta más de un 100%, si el pago se hace en efectivo o por punto, de estos son cómplices las autoridades municipales que no hacen nada por los consumidores
Ciertos comerciantes que tienen punto bancario hacen lo que les viene en gana, cobran el producto que vende a su criterio, demostrando con esto que está por encima de las decisiones del gobierno, cuyos funcionarios comenzando por el jefe del ejecutivo nacional hablan y hablan de un control que no llega, mientras en la calle el que sufre es el que tiene que adquirir esos productos, siendo el bachaquerismo el que pone las condiciones con la venta de lo que expenden, llegando a la especulación, que comienza por los alimentos y llega al gas para uso doméstico, carburante cuyo precio cambian los distribuidores con el visto bueno de los gerentes de la Estatal Petrolera, Pdvsa Gas, que también contribuye con la especulación y los precios deslegitimados que impone el que los tiene, con el poder que le da el mismo estado.
Esto se deduce de acuerdo a la queja de las personas con el alza desmesurada de los artículos de consumo masivo que incluye hortalizas, pasta, arroz, jabones para lavar en sus diversas versiones, carne, embutidos y todo lo que se consume en el hogar, siendo el consumidor presa fácil del inescrupuloso comerciante cuyo interés es el lucro económico.
La especulación está en todas partes, en todos los municipios, ante la indiferencia de alcaldes y concejales que no hacen nada, igual el gobierno regional y eso que llaman Sundde cuyos funcionarios cuando hacen una inspección, se ponen presuntamente de acuerdo con el especulador para no aplicarle la sanción prevista que merece, de esto hay muchas historias que se escuchan en el trajinar diario de la calle.
La especulación del gas
En cualquier punto de Gas Comunal está la especulación, donde es vendido el producto con el visto bueno de los gerentes de Pdvsa Gas, que permiten el sobreprecio, el producto, es vendido especialmente en horas de la noche, para que no se de por enterado el vecindario que también tiene sus historias sobre esta especulación.
Abuso en el Tres de Febrero
Una de las parroquias más apartadas del estado es el Tres de Febrero, del municipio La Ceiba en los límites con el vecino estado Zulia, donde la especulación es la que manda en los comercios, precisamente en esta parroquia están parte del yacimiento Tomoporo, conocido en el mundo por el petróleo que guardan en las entrañas del mismo, donde el gas para uso doméstico debería de tener un precio especial. Sí hay el precio especial, pero para la especulación, tal como lo dijo Duman González, luchador social del Tres de Febrero, al darnos a conocer los precios de las bombas del preciado carburante en esta localidad, donde una bombona de 10 kilogramos, que según Pdvsa Gas, tiene un costo de apenas 50 bolívares y hay que pagar 45 mil bolívares, la de 18 kilos con un costo legal de 250 bolívares, pues aún no han decretado el aumento del gas, que prácticamente le es regalado al venezolano cuesta en esta localidad la suma de 80 mil bolívares y el de 43 kilogramos o sea la bombona grande, con un costo de 600 bolívares es vendido en la parroquia por 160 mil bolívares; y una modalidad nueva es que no aceptan billetes de baja denominación por instrucciones también de la gente de Pdvsa Gas.
La burla
Sin embargo, la burla más grande sucede con la misma Pdvsa, que libera todos los días cientos y cientos de metros cúbicos de gas, a través de mechurrios instalados en las antiguas instalaciones de la Exxon Mobil, ubicadas en Puente Blanco, vía al Tres de Febrero, mechurrios que no cesan de quemar gas día y noche desde el año 2008, cuando un alto ejecutivo de Pdvsa dijo que este gas no se perdería, que iría a encender las cocinas de los habitantes de Santa Apolonia, Tres Febrero y La Ceiba, así como también llegaría hasta Betijoque e Isnotú. Todo quedó en una declaración pública, no honrada con su cumplimiento.