Roma, 20 feb (EFE).- La economía italiana experimentará un impulso significativo real solo a partir del tercer trimestre del año, aunque ya en el segundo su producto interior bruto (PIB) crecerá muy levemente, según los cálculos publicados hoy por la patronal italiana Confindustria.
El Centro de Estudios de Confindustria ha publicado este sábado una nota con sus previsiones de crecimiento para Italia y ha subrayado que «en el primer trimestre se ve comprometida una recuperación de la actividad» y existen riesgos de que el PIB tenga signo negativo, como consecuencia de las restricciones aún vigentes para controlar el coronavirus y la ralentización de la campaña de vacunación, que según los empresarios debe ser más rápida.
Pronostica que es posible que la economía italiana avance ligeramente en el segundo trimestre, pero será en el tercero cuando realmente experimente un impulso significativo.
También reconoce que «los mercados financieros tienen más confianza en Italia», tras el nombramiento como primer ministro de Mario Draghi, que ha provocado que la prima de riesgo, que mide la diferencia entre el bono italiano a diez años y el alemán del mismo periodo, haya bajado de los 100 puntos básicos, y que la rentabilidad del bono a diez años se sitúe en mínimos históricos (0,52 % en la media mensual).
Si esto continúa, se reducirá de forma importante el costo de la deuda para el país, apuntan.
De esta confianza también se ha beneficiado la bolsa italiana, que se ha recuperado «rápidamente tras la caída de enero» y ha subido un 6,1 % desde principios de febrero, aunque todavía está un 9,8 % por debajo de los valores precovid.
El Centro de Estudios de Confindustria, sin embargo, indica que «el consumo de las familias aún está parado» y a la espera de que se aligeren las restricciones por la pandemia, y observa que en 2020 los depósitos bancarios registraron un aumento extraordinario de 26.000 millones de euros de ahorro de las familias, el equivalente a un 2,7 % del consumo privado.
Los servicios en Italia están sufriendo todavía las consecuencias de la crisis de la pandemia, sobre todo por las medidas impuestas a la hostelería y restauración, y al turismo, y en cambio las actividades industriales se están recuperando de forma gradual.
A nivel internacional, Europa es todavía frágil y está intentando salir de la crisis del coronavirus, mientras que Estados Unidos actúa con rapidez y va a aprobar próximamente un plan de estímulos de 1,9 billones de dólares en tres años para impulsar su economía.
El anterior Gobierno italiano, de Giuseppe Conte, calculó en octubre de 2020 que la economía italiana crecerá un 6 % en 2021, una cifra optimista según algunos organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que cree que lo hará un 3 %.