Luis A. Villarreal P.
Venezuela según se ve está siendo obligada, por el caso de la reclamación esequiba, a comparecer ante la Corte Internacional de Justicia [CIJ] porque así lo ha decidido la ONU [2017], en la persona de su actual Secretario General. En una decisión pilatesca —basada en la ineficacia de los buenos oficios al no poder alcanzar ningún acuerdo entre las partes—, ignorando la posición venezolana y volteando el compromiso bilateral del Tratado de Ginebra [1966], transfirió el problema a la CIJ para que esta dirimiera, si ‘ambas partes no se negaban’, o sea, una ‘antítesis’ de la obligación bilateral de intentarlo en conjunto.
Al estar de acuerdo una [solo una] de las partes en acudir a la corte, Guyana aprovechó de llevar el caso por el camino judicial; sin saber por qué, por cuanto la erudición jurisconsulta venezolana ha reiterado de manera generalizada la enorme posibilidad de recuperar jurídica, técnica e históricamente el territorio, con las pruebas documentales fehacientes para lograr un veredicto favorable [apoteósico] de la CIJ.
La representación de Venezuela insiste en continuar atendiendo dicho caso bilateralmente, de forma pacífica y civilizada como se ha hecho desde el inicio de la controversia, entre los dos gobiernos, sin incurrir en procedimiento judicial.
Guyana, contraviniendo el Tratado de Ginebra [1966], con nuevos planes y agallas de quedarse con el territorio y los derechos marítimos, unilateralmente a expresado por medio de su presidente Mohamed Irfaan Ali que «el [largo] tiempo de negociación ya terminó», por tal razón acudió a la CIJ [2018], a lo cual el alto tribunal se pronunció con jurisdicción [2020] para llevar adelante el proceso judicial del conflicto pese a la negativa oficial venezolana.
A pesar de tenerse la razón histórica sobre la propiedad venezolana del Territorio Esequibo, hay zozobra al pensar en las injusticias del destino; en un fallo judicial contrario, absolutamente inesperado. Por ello se ha creído en una solución bilateral según la cual ambas partes queden conformes; cuestión esta imposible porque en el esfuerzo litigante —por un todo o nada— aflorarán de seguro mayores problemas
Considerándose también obligado el régimen venezolano ha acudido a la CIJ para contestar la demanda guyanesa de medidas ‘cautelares’ en relación al Referendo Consultivo previsto para el 3D, según el cual se requiere la respuesta del pueblo venezolano sobre las acciones a tomar en búsqueda del rescate del Territorio Esequibo.
Los días 14 y 15 del presente mes ambas partes acudieron a la audiencia ante la CIJ. Guyana a aunar más sobre las medidas provisionales por sí solicitadas contra el Referendo Consultivo del 3D, solicitando a la CIJ ordenar a Venezuela suspender de manera inmediata la consulta pública, con particular énfasis en las preguntas 3 y 5 del cuestionario, relativas a no reconocer la jurisdicción de la CIJ, y a la creación del estado Guayana Esequiba en la zona objeto de reclamación, respectivamente.
En el caso de la delegación venezolana de 27 personas, los expositores Delcy Rodríguez, Vicepresidenta de Venezuela; el abogado, profesor especialista en Derecho Internacional Merkane Moïse Mbengue; y el embajador en la ONU Samuel Moncada; estuvieron muy claros y concisos en sus intervenciones; arguyendo de manera breve las razones venezolanas en relación a la solicitud de Guyana, solicitando el rechazo de las medidas provisionales por considerarlas una intromisión inaceptable a los procedimientos constitucionales internos, y reiterando la realización del Referendo Consultivo pautado para el 3D. Sólo se espera por el veredicto del tribunal.
Aunque las medidas ‘cautelares’ no son parte del juicio sobre la región esequiba, pero están relacionadas, Guyana ha demostrado poner el corazón en ello, porque del Referendo podrían generarse otras acciones por parte del Estado venezolano.
Hay quienes sin pensarlo dicen que el oficialismo de Caracas quiere sacar al país del sistema de justicia internacional, porque este ha promovido el Referendo y la 3ra. pregunta del mismo requiere la respuesta del pueblo sobre aceptar o no la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia [CIJ] en el caso de la reclamación esequiba. Si es específicamente sobre el caso en cuestión, entonces no quiere decir tal cosa.
Otras voces interpretan el intento, caso de resultar el sí ganador en la citada pregunta, como una forma de traer contraproducentes judiciales [predisposición del tribunal a favor de Guyana] en el manejo del proceso sometido a derecho, con la incongruencia de quienes aseveran no ser vinculante el Referendo¿?
Especulaciones tan naturales como hipotéticas, al tratarse de activar la ciudadanía porque es la principal doliente de los intereses de Venezuela, aunque ajena a los pormenores procesales, no deben llegar hasta la indiferencia y el rechazo de dicha participación
El pueblo acudirá de buena fe pensando en nuestra Tierra de Gracia no en candidaturas ni en las Elecciones Libres Presidenciales 2024. Allá quienes valiéndose de la Constitución pretendan utilizar al pueblo y comprometerlo con otros fines. Igual, quienes sólo visualizan en el Referendo un trapo rojo, o simplemente ven en el movimiento del pueblo un debilitamiento de la candidatura opositora; sin tener en cuenta en esos casos, la postura de Venezuela, ni comprender en lo absoluto el modo de quererla de los venezolanos.
La participación ciudadana debe ser bien interpretada, y sobre sus actos debe haber toda la comprensión posible, aunque estos hayan sido inducidos contra la jurisdicción de la corte, o a favor, lógicamente, de rescatar el territorio de necesaria manera. Al contrario, esto debe valer mucho, y también el mostrar al mundo nuestra expectativa y sumo interés por la tierra esequiba de la cual se nos ha privado con argucias políticas, jurídicas y judiciales.
La Plataforma Unitaria Democrática de Venezuela [PUDV], ha optado por dejar en la conciencia ciudadana responder o no al Referendo. Aunque el acuerdo de Barbados incluye luchar juntos por la reclamación esequiba, sin especificar cómo, mucho menos a través de un Referendo y cuestionario inconsultos, esta reacción de abstenerse a apoyar la consulta popular también se puede interpretar como respuesta a la judicialización de las Primarias y la candidatura opositora democrática.
No obstante comprender esa postura en la representación opositora es proporcional a su incomprensión con el pueblo, ahora solo deshojando la margarita de ir o no a contestar las 5 preguntas pensando en Venezuela, por supuesto sin renunciar al cambio necesario, mucho menos afianzándose al CNE sin inclinación a realizar Elecciones Libres Presidenciales.
…
El Esequibo es Venezuela…
Ya es justo rescatarlo.
Nuestro territorio del sol naciente
fue el despojo británico
que nos hirió de muerte,
con vicio otorgado a los guyaneses.
Más allá del vetusto
y hueco credo: ‘El Esequibo es
[nuestro’,
vamos todos juntos,
sí… pero no revueltos,
a responder consulta en referendo,
porque este es un problema
de interés nacional que en tantos
[años
no tuvo quien quisiera
de verdad solucionarlo.
Ahora en ejercicio ciudadano
busquemos la justicia
con derecho, mostrando sin reservas
nuestra ciudadanía,
fijándonos la meta
de habitarlo, ¡para que no se pierda!
L A V P
…
El pasado domingo 19N seguramente fue motivo de celebración por la realización de las elecciones argentinas definitivas, a través del balotaje entre Sergio Massa, candidato de Unidos por la Patria, coalición peronista, kirchnerista y oficialista; y Javier Milei de La Libertad Avanza, respaldados por Juntos por el Cambio, liderada por Patricia Bullrich y donde participa el expresidente Mauricio Macri.
En ‘la previa’ las encuestas fueron terribles y polarizadas, dando posibilidades a uno y a otro candidato con la calificación de un empate técnico, pero con índice de indecisos o reservados considerablemente alto o decisor; por cuanto en una competencia tan reñida, oscila entre 8 y 12 por ciento del padrón electoral, según proporción de las encuestadoras más aproximadas dadoras de una escasa diferencia entre 2 y 5 puntos, unas a favor del oficialismo y otras favoreciendo el cambio radical.
Ojalá se haya impuesto la corazonada más oportuna y viable para propulsar la Argentina a su sitial internacional, y sobre todo a la altura y alcance del bienestar y progreso de todos los argentinos.