Una idea digna del “Guinness World Records” el anuncio de Nicolás Maduro referente a la recomposición del sistema Eléctrico Nacional (SEN) en unos 30 días, desiguales, con precisión matemática a unos 7300 del año civil, comparables, también, con unas 58400 horas laborales, que representan una suma cercana a unos 20 millones de dólares a la tasa de un nueve por ciento/anual, que durante unos 20 años de
régimen chavomadurista se desinvirtió en la industria eléctrica. Ahora, improvisadamente, se anuncia un plan por unos 30 días (un mes) para la recomposición y/o parapeteo del SEN, convertido en tablero de ensayo y error en virtud del abandono a lo largo de la veintena, cuyo ppto destinaron a exportar la revolución, obsequios, bonos improductivos, incrementos salariales y pagos de deuda externa por compra de armamentos, además de las campañas electorales, cuyos comicios desembocaron en fraude cantado y comprobado, inequívocamente, a capela y con acústica de calidad impecable.
La problemática del SEN podría resolverse, igual que la de Pdvsa, mediante la redacción de proyectos formales a cargo de técnicos civiles venezolanos quienes aunque reducidos en número pero no en eficiencia y conocimientos estarían en
capacidad de aportar sus recomendaciones a este sector fundamental de la producción nacional, e incremento del PIB.
Todo plan o proyecto, igual que toda ley, debe someterse a estudios y consultas previas a manos de individuos especialistas y/o expertos en la materia; sobre todo, si se
trata de un tema tan vital como el de la electricidad, porque cualquier error u omisión podría ocasionar un caos con pérdidas cuantiosas tal y como las que hoy día experimentamos y de recuperación irreversible en tiempo y espacio ya que son cálculos efectuados sobre bases actuariales con márgenes de error muy mínimo.