Sevilla, 1 ene (EFE).- La COVID-19, la gran pesadilla que ha marcado el 2020, se ha colado en la fiesta del fútbol sevillano por los posibles casos positivos en la plantilla del Betis, lo que ha llenado de incertidumbre el derbi del sábado ante el Sevilla al desconocerse si podrá jugarse en función de los resultados que arrojen las PCR.
La clave
Las bajas que finalmente presente el Betis, la fortaleza que muestre en defensa y su acierto en ataque ante un Sevilla muy sólido y que gestiona muy bien los partidos para dar el zarpazo en el momento oportuno.
El Betis-Sevilla, la cita deportiva más esperada en la ciudad y que desata un río de pasiones y sentimientos cruzados en familias, amigos o vecinos según la fe balompédica que profesen, está en el aire tras aplazarse en la mañana de este viernes el entrenamiento bético por sospechas de varios casos de coronavirus en su plantel.
Este primer partido del nuevo año, el ‘derbi de los derbis’, está marcado por las incógnitas, primero por la duda de si se podrá jugar y luego por los efectivos con los que podrá contar el técnico chileno Manuel Pellegrini para plantarle cara a un Sevilla sólido y fuerte, que, a priori, llega a la cita con la etiqueta de favorito.
En cualquier caso, ese tipo de carteles y la condición de presumible favorito antes de estos duelos de la máxima rivalidad no sirven para nada, como tantas veces se ha demostrado a lo largo de la historia en el derbi sevillano, pues por su componente emocional y racial todo puede cambiar sobre el césped e influyen muchos factores.
La gran preocupación ahora es cómo va a llegar el Betis a una cita siempre esperada y que marca los tiempos en la Sevilla futbolística, dual y cainita, aunque al fin y al cabo todos hijos de una misma ciudad y en las familias conviven con naturalidad los sentimientos verdiblanco de Heliópolis y blanquirrojo de Nervión.
Porque el resultado de cualquier derbi hispalense conlleva de forma intrínseca la gloria o la depresión, según el bando que haya salido vencedor y hasta que llegue el próximo.
En lo puramente deportivo y dejando al margen las posibles vicisitudes derivadas del coronavirus, en esta ocasión el Sevilla de Julen Lopetegui llega mejor al choque que el irregular Betis de Pellegrini, cargado de dudas y vulnerable hasta la desesperación en defensa, si bien ambos técnicos han elogiado a su rival en las vísperas y destacado los valores y el potencial de unos y otros.
Aún así, es indiscutible que los sevillistas son cuartos en la tabla con 26 puntos, tras ganar por 2-0 a un rival directo por la Liga de Campeones como el Villarreal, y los verdiblancos décimos con 19 tras una nueva decepción al ser goleados por el Levante (4-3) y sólo maquillar al final ese marcador.
El dato
El último triunfo bético en un derbi en el Villamarín data de la temporada 2018-19 (1-0, gol de Joaquín), en la única victoria de los locales desde 2006 en una serie de catorce encuentros, de los que el Sevilla empató seis y ganó siete.
Con siete puntos de diferencia entre ambos, el Sevilla afronta en mejor forma al duelo de rivalidad sevillana en Heliópolis, al encadenar seis encuentros invicto -cuatro en Liga, uno en Copa y otro en la Champions- en el final de un año glorioso, en el que conquistó su sexta Liga Europa y se clasificó para la Liga de Campeones, en la que ya ha accedido a los octavos de final.
Todo lo contrario le ocurre a un Betis en crisis, muy irregular, perdido en zona de nadie en la tabla y con el negativo honor de ser el equipo más goleado de Primera, 30 en 16 jornadas, una situación en la que Pellegrini sigue sin dar con la tecla de las soluciones.
Los béticos, con nueve derrotas en dieciséis partidos de Liga, son incapaces de remontar el vuelo para mejorar un 2020 muy mediocre y aspirar a cotas más altas, sobre todo por su debilidad defensiva.
El chileno tiene, por ahora y a la espera de los resultados de los últimos PCR, seis bajas: el meta Dani Martín, el central Bartra y los medios Tello, Camarasa y el luso William Carvalho por lesión, más el lateral Álex Moreno, que el lunes dio positivo por COVID-19, pero ante el Levante recuperó a un hombre clave como Sergio Canales, que reapareció con dos goles tras un mes y medio lesionado.
También parece que será titular el portero chileno Claudio Bravo, ya recuperado de una dolencia muscular, y se prevé que repita la zaga y también el mexicano Guardado y el argentino Guido Rodríguez en el medio, con un tridente ofensivo con Joaquín, Canales y el francés Fekir, y el paraguayo Sanabria arriba por Juanmi Jiménez.
En el Sevilla, Lopetegui tiene la baja sensible por sanción de Fernando Reges, el ancla para el equilibrio defensivo en la medular, además de los lesionados Sergio Escudero y el meta checo Vaclík.
Sin embargo, podrá contar con el capitán Jesús Navas, repuesto de un golpe, y podría suplir al brasileño con el serbio Gudelj o, en una variante más ofensiva, con Óliver Torres, mientras que Suso, el argentino Ocampos y el marroquí En-Nesyri -suma 9 goles en total, 5 en Liga- formarían el ataque.
– Alineaciones probables:
Betis: Bravo; Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda; Guardado, Guido Rodríguez, Canales; Joaquín, Fekir; y Sanabria.
Sevilla: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Jordán, Gudelj u Óliver Torres, Rakitic; Suso, En-Nesyri y Ocampos.
Árbitro: Carlos del Cerro Grande (C. Madrileño).
Estadio: Ramón Sánchez-Pizjuán.
Hora: 16.15.
Puestos: Betis (10º, 19 puntos). Sevilla (4º, 26 puntos).
Las frases:
Manuel Pellegrini: «El Sevilla está demostrando una solidez importante, pero tiene sus puntos débiles».
Julen Lopetegui: «Estamos convencidos de que se va a jugar. El Betis es un muy buen equipo, bien entrenado y con jugadores de mucha calidad».
El entorno:
Segundo derbi sevillano sin público en las gradas por la pandemia de coronavirus, tras el del 2-0 del pasado 11 de junio en el Sánchez-Pizjuán, en el regreso de LaLiga la pasada campaña 95 días después de su obligado parón.