En el prólogo del Alegría de la tierra de Don Mario Briceño Iragorry, nos señala¨¨No había razón para olvidar la tierra, como aconteció al hombre venezolano, cuando vio sus arcas hinchadas de la moneda petrolera, entonces debió afirmarse más en sí mismo, en su suelo, en su realidad nacional. Pero perdimos la cabeza y olvidamos que el pan nuestro de cada día solo está asegurado cuando lo recogemos de la tierra, con nuestras propias manos¨¨, sobre estas líneas del pensamiento del Intelectual y Maestro trujillano se inició la conversa entre agricultores paperos convocados en el páramo merideño, tierras de cumbres , frailejones, nacientes de riachuelos, donde la labor diaria de los agricultores está acompañada del quejumbroso frio y la neblina, Mucuchies nos reunió a intercambiar opiniones sobre la situación del sistema productivo del sabroso tubérculo que es la papa, analizar sus actuales inconvenientes y encontrar las soluciones, la siembra de la papa es la actividad agrícola primordial de las familias de las tierras altas de Venezuela , ocupa las labores tradicionales de diez mil unidades de producción de la denominada agricultura familiar en pequeños espacios de tierra de una, dos, tres hectáreas, conformando una colcha de retazos que cubren la superficie de 20.000 hectáreas sumados en los tres estados andinos , 2.000 hectáreas en el pie de monte larense y las 1.000 hectáreas de los valles intramontanos de Carabobo, Aragua y Miranda, con sus cosechas abastecen la demanda total de este rubro por la población.
La producción nacional de papa de las 24.000 hectáreas que se registraron como reportes de las estadísticas oficiales alcanzo la producción para el año 2013 donde cosecharon el volumen de 323.000 toneladas, el 95% corresponde a cosechas de papas frescas de las tierras andinas y larenses y un 5% de la producción de papas blancas que son el suministro de la agroindustria de las papas fritas, para cumplir con estas metas de siembra de las 24.000 hectáreas se requieren un volumen de semilla de 48.000 toneladas, la practica de los expertos agrónomos dividen el origen o procedencia de la semilla de papa, entre siembra de semilla formal y no formal, la semilla formal su volumen es de unas 10.000 toneladas anuales describe la variedad, la procedencia donde fue cultivada, la fecha de la cosecha, y quien es el semillerista que asume la responsabilidad de haberla cultivado.
Desde el año 1965 que se inició la importación de semillas de las variedades granola para los Andes unas 8.000 toneladas y la variedad Atlantis unas 2.000 toneladas para los valles de chirgua en Carabobo, los gastos anuales eran de aproximadamente 12 millones de dólares, medida económica que trascurrió durante 50 años desde 1965 hasta el 2015. La semilla denominada no formal que alcanza el volumen de 38.000 toneladas para sembrar 19.000 hectáreas las fuentes de origen son las semillas seleccionadas de cosechas anteriores o variedades de semillas de papas provenientes por los caminos verdes desde Colombia, practica cultural de los andinos para preservar sus semillas y garantizar sus siembras, aprovechando estas semillas hasta cuatro vueltas o ciclos de siembra y cosecha con las semillas no formales.
La siembra del cultivo de papa es un sistema productivo frágil y sensible a los efectos de las condiciones, genéticas y fitosanitarias de la semilla, estas condiciones de la semilla determina los rendimientos de los volúmenes cosechados, la rentabilidad económica y las cantidades de semilla que seleccionaran para el venidero ciclo, es por ello que los agricultores la mayor preocupación es el obtener el suministro y la excelencia de la calidad de la semilla que cultivaran en los ciclos de siembra de los diferentes pisos altitudinales. La renta petrolera durante 50 años permitió la práctica del llamado refrescamiento de semillas, dependencia tecnológica en la importación cada año que el mes de septiembre arribaran a Puerto Cabello 10.000 toneladas de semillas financiadas con 12 millones de dólares del Estado, en el lapso de cinco décadas la Nación gasto 600 millones de dólares que financiaron la agricultura de Alemania, Francia, Holanda y Canadá, los intereses económicos de los agro negocios y la burocracia antinacional imponían el patrón de dependencia tecnológica con el argumento falaz que la semilla de papa importada era mejor que la semilla nacional, por iniciativa de los investigadores del INIA de los estados andinos conducidos por los ingenieros agrónomos Eduardo Ortega y Fredy Montero elevaron en el 2005 a consideración de la Ministro de Ciencia y tecnología Dra. Yadira Córdova y del Presidente Hugo Chávez Frías un Plan Nacional de Semillas de Papa, logrando construir cuatro estaciones experimentales en Táchira, Lara, Trujillo y Mucuchies que es la estación madre.
Los planes de investigación y desarrollo en el sector vegetal tienen un tiempo determinado, no son inmediatos por lo general son a mediano y largo plazo para verificar los avances y las metas propuestas, desde el 2005 hasta el 2015 los logros fueron el haber construido y puesta en operación cuatro estaciones experimentales, la formación de recursos humanos de más de 40 profesionales universitarios en el manejo de la alta tecnología y mejoramiento genético. la formación de 400 agricultores mediante cursos intensivos en calidad de semilleristas, la liberación de 20 variedades de semillas nacionales comprobadas por sus alto rendimiento y adaptabilidad a las condiciones climatológicas de los diferentes pisos altitudinales, entre ellas la variedad maría bonita que alcanzo un rendimiento de 40.000 kilos por hectárea y que se puede cultivar desde los 500 hasta los 2.500 metros sobre el nivel del mar, los registros oficiales de la comisión nacional de semillas CENASEM jamás habían superado las 60 toneladas de semilla nacional anual y alcanzaron a partir el año 2013, 2.500 toneladas de semilla nacional y 400.000 mini tubérculos de semillas pre básicas que significaban un gran logro en la construcción de soberanía agroalimentaria y el mayor éxito reconocido por los agricultores que ahora preferían las semillas nacionales por su alto rendimiento, sus calidad genética, y que disminuían en más del 50 % las cargas de agroquímicos demostrando su alta resistencia a plagas y enfermedades.
El del éxito del Plan Nacional de Semilla, sus logros por el aporte de los investigadores, técnicos y obreros del INIA, las redes de semilleristas y la exitosa experiencia comunitaria de la asociación de productores del páramo PROIMPA apuntalada por la gestión del Ministerio de Ciencia y Tecnología, la información suministrada al Ministro de Agricultura del extraordinario avance en la construcción de soberanía en la producción de semillas, llevaron al despacho del Ministro a tomar la decisión administrativa de suspender las licencias de importación de semillas, este procedimiento administrativo reconocía por primera vez el éxito del plan nacional de semillas de papa, metas y propósitos, a partir de esta decisión se establecían las nuevas metas del plan nacional hacerlo sustentable y que alcanzara las metas del abastecimiento de la totalidad de la demanda de semillas nacionales que necesitan todos los agricultores de las 24.000 hectáreas que se siembran en todas la regiones paperas y sus variedades de papas de consumo fresco y de industria
La gestión del ministro de Agricultura y Tierras tomo igualmente la decisión administrativa equivocada de eliminar el plan nacional de semillas de papa ,ya el INIA no contaba con la partida presupuestaria de los recursos financieros que permitían el desarrollo del plan nacional de semilla de papa, originando el colapso de una experiencia exitosa en proceso de crecimiento y desarrollo, truncando el no haber alcanzado los niveles de sustentabilidad económica y operativa como toda biofábrica que tiene sus tiempos para consolidar sus logros, esta decisión administrativa del despacho ministerial de agricultura y tierras es el más craso error ,ante la falta de asesoramiento, se impusieron las acciones perversas y mezquinas de personeros, hoy es inocultable la situación lamentable de las condiciones físicas de deterioro de las estaciones experimentales, las casas de cultivo sin la cubiertas, los laboratorios toralmente paralizados, la gran mayoría del valioso recurso humano no está prestando sus servicios profesionales, de las cuatro las estaciones experimentales Táchira, Trujillo y Mucuchies se encuentran totalmente inoperativas, sin cumplir el objetivo de la producción de mini tubérculos pre básicos de las variedades de semilla de papa , solo la estación de Lara se encuentra cumpliendo sus propósitos gracias al aporte económico de la empresa privada el Tunal convenio acordado sin fines de lucro y en pro de desarrollo agrícola larense
Hoy el sistema de producción de papa está en crisis, las diez mil familias que ocupaban las 24.000 hectáreas de siembra de papa están soportando las condiciones económicas más severas ante el colapso de la renta petrolera, la hiperinflación, la perdida adquisitiva del salario y la baja demanda de consumo de alimentos de la población, entre ellos el rubro papa, condiciones económicas que les impiden cultivar la tierra y cosechar el tradicional tubérculo, apenas 2.000 familias ocupan una superficie de 3.000 hectáreas de siembra de papas distribuidos solo en los estados andinos que realizan las labores con altos costos de producción, la dolarización de los insumos, sin créditos ,con semillas viejas de bajo rendimiento y la acción antinacional del contrabando de papas provenientes de Colombia que atenta contra la producción nacional, ante esta realidad los agricultores paperos son héroes al mantener a toda costa el deber en cultivar la tierra y cosechar los alimentos.
La conversa de Mucuchies de los agricultores paperos permitió reflexionar sobre cómo encontrar posibles soluciones, una de las propuestas está sustentada sobre las metas del milenio 2030 y de la agenda del desarrollo sustentable, aprobada por la Naciones Unidas, donde la República de Venezuela tiene el compromiso de cumplir las metas, en la lucha contra la pobreza, elevar los volúmenes de producción de alimentos desde los propios territorios, para ello, se propuso el rescatar el plan nacional de semilla de papa con recursos financieros de los organismos multilaterales, mediante una alianza donde participen el Estado Venezolano, la FAO, La Comunidad Europea, los Gobiernos Locales y los Agricultores, convenio en similares condiciones acordado recientemente por estas instituciones para el cultivo de cereales y leguminosas en cinco regiones del país
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