Bruselas, 17 mar (EFE).- La Comisión Europea (CE) presentó este miércoles el certificado digital de vacunas de la Covid-19, con la intención de que esté listo antes del verano para poder reactivar a tiempo los viajes en la temporada turística.
«Queremos ayudar a los Estados miembros a devolver la libertad de movimientos de forma fiable», dijo la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen, a lo que el comisario de Justicia, Didier Reynder añadió que Bruselas espera que el documento esté listo «antes del verano, quizás en junio».
Para que sea posible, antes deben dar el visto bueno a la propuesta el Parlamento Europeo y los países de la UE, entre los que hay algunos como Francia o Bélgica que han expresado sus reticencias por la posibilidad de discriminar a las personas que no se han vacunado, teniendo en cuenta, además, que el ritmo de vacunación es inferior al esperado.
Bruselas, sin embargo, niega que exista tal discriminación, porque quienes no se hayan podido vacunar podrán demostrar que tienen anticuerpos si han superado el covid, con una prueba PCR o un test de antígenos con resultado negativo.
No obstante, la propuesta no resuelve la discriminación económica que puede haber respecto a los que tengan que pagar la prueba PCR o el test de antígenos, una cuestión que según explicaron fuentes comunitarias, deberán resolver las autoridades nacionales.
El certificado, de todas formas, será gratuito y se podrá presentar tanto en formato electrónico -con un código QR- como en papel -con un código de barras-, para que también lo puedan utilizar los que carezcan de teléfono inteligente.
Según la CE, el sistema garantizará la veracidad de los datos, sin que se puedan falsificar, y para que el certificado se reconozca en todos los Estados miembros, estará disponible en la lengua oficial del país que lo emita, y en inglés.
PAÍSES TERCEROS
El Ejecutivo comunitario pretende que se reconozcan únicamente las vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), si bien dio permiso a los gobiernos para que acepten otros fármacos, como el ruso Sputnik V o el chino Sinopharm.
El certificado esta pensado para reactivar los viajes en la UE y se aceptará también en Noruega, Islandia, Suiza y Lichtenstein, ampliándolo al Espacio Económico Europeo (EEE).
Además, Bruselas pretende colaborar con terceros países que tengan certificados similares, aunque las fuentes mencionadas no creen que los acuerdos sobre la interoperabilidad del documento se puedan alcanzar antes del verano.
En cualquier caso, el pasaporte sanitario será temporal y caducará cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare el final de la pandemia porque «volveremos a la libre circulación habitual», dijo Reynders.
Y además, estará restringido a los viajes -en cualquier modo de transporte- y no a otros posibles usos como la asistencia a actos culturales o la entrada a comercios.
LA SITUACIÓN EMPEORA
Para que el certificado funcione es necesario que avance la campaña de vacunación, dijo Von der Leyen, y además, debe hacerlo porque «la situación epidemiológica está empeorando por las variantes y vemos que en algunos Estados miembros se está formando la cresta de una tercera ola».
Según explicó la dirigente alemana, en el segundo trimestre se esperan 360 millones de dosis, teniendo en cuenta las de Pfizer-BioNTech, Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca, que ya ha avisado que no podrá cumplir sus compromisos iniciales para el primer semestre de 2021.
Con tal de garantizar el suministro de vacunas a la UE, Von der Leyen amenazó hoy al Reino Unido con la posibilidad de bloquear la exportación de las dosis fabricadas en territorio comunitario, si Londres no corresponde del mismo modo con las producidas dentro de sus fronteras.
«En nuestro contrato con AstraZeneca hay incluso dos plantas en el Reino Unido que se incluyen para la potencial entrega de vacunas a la Unión Europea. Seguimos esperando a que las dosis lleguen del Reino Unido. Esto es una invitación a que nos muestren que habrá dosis del Reino Unido que lleguen a la Unión Europea, de forma que haya reciprocidad», señaló Von der Leyen.