Hay platos que despiertan orgullo regional e identidad cultural. Tal es el caso en el estado Trujillo de la hallaca de caraotas, mejor conocida como “Carabina”, aquella que despierta sensaciones con sabor trujillano.
Entre las características montañas de Los Andes venezolanos, se volvió tradición la elaboración y consumo de una hallaca peculiar, que a diferencia de las convencionales que se hacen en el resto del país, es realizada a base de granos.
A diferencia de las tradicionales hallacas navideñas, las “carabinas” se comen en cualquier época del año. Es tal vez una licencia que nos damos los trujillanos para extender el placer de desenvolver una hoja de plátano y descubrir la masa de una hallaca sin tener que esperar a diciembre. Su preparación varía en el relleno, que en este caso es de un guiso de caraotas que tiene la consistencia justa para no salirse por ningún lado.
Con más de 30 años dedicada al oficio de preparar y comercializar hallacas de caraotas, la señora Deisy Briceño ha podido levantar su hogar y darle estudios a sus dos hijos, uno ya ingeniero y otro funcionario de seguridad. La señora oriunda del poblado de Quebrada de Cuevas afirma que el secreto de este plato es la dedicación.
“Primero se cocinan las caraotas, bien blanditas se le echan un poquito de arroz, y se aliñan, tenemos diferentes sabores, lo principal es el aliño, que si la cebolla, los ajos y todo eso. Usted viene todo el año a cualquier hora y consigue hallacas de caraotas. Vengan a Quebrada de Cuevas y se comen las mejores hallacas, en el negocio de Deisy (risas)”.
La señora Yenny Contreras afirma tener más de 20 años siguiendo el legado de su familia, que también se dedicaba a la elaboración de hallacas de caraotas. Recuerda que fue su progenitora quien le enseñó la receta que con orgullo aún sigue aplicando. Destaca que a Trujillo llegan muchos turistas buscando degustar este característico plato andino.
“Tengo 20 años trabajando con las hallacas de caraotas. Porque esa es la tradición aquí. Llegan los de otros estados buscando las hallacas de caraotas”.
También es costumbre para avivar la hallaca Carabina acompañarla de picante trujillano, que a diferencia de la elaboración de otros picantes en Venezuela, tienen mayor consistencia y aliños, pero eso será tema para otro reporte.
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