La Cabaña de techos de palma, cómplice de aquella Valera luminosa y calles empedradas

Valera vivida, leída, escuchada y soñada (13)

La Cabaña de casas de palma y paredes de bahareque de las haciendas, se ve entre el bosque de la colina con vista a la Valera empedrada.

 

Hablar del sector La Cabaña de Valera es hacer una retrospectiva sobre los inicios de la ciudad. La Cabaña es una de las siete colinas que rodean la urbe, y según el cronista Alberto la Riva Vale, era una de las tres colinas (junto a los cerros Morón y La Pollera) que ya tenían denominación cuando la ciudad comenzaba a poblarse. Por lo tanto se considera a La Cabaña como uno de los sitios más antiguos de Valera.
Según esa historia, el nombre de La Cabaña se debe un esclavo de nombre Norberto, el cual le dio forma de cabaña a la casa que había construido en dichos terrenos pertenecientes a la hacienda de Don Felipe Carrasquero a quien Norberto le trabajaba.

 

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A pico y pala

La vieja carretera Escuque-La Cabaña fue construida a pico y pala por centenares de presos que, con un grillo a los tobillos, cavaban todo el día, hasta abrir el camino que costó no pocas vidas, a fines de la década de los años veinte, en plena dictadura de Juan Vicente Gómez. La Cabaña es hoy un sector de Valera, de gente trabajadora, deportistas que han dado brillo a la actividad atlética trujillana.

 

Lugareños para recordar

 

Don Atilio Paredes

De aquellos ciudadanos y ciudadanas que poblaron el sector, hoy podemos mencionar algunos como: Don Atilio Paredes a quien conocimos por intermedio de Francisco “Pancholo” Artigas y de Jhoan Salas ex jugador de Trujillanos FC, sobrino de don Atilio, quien nos invitó el día que cumplía 95 años en 2005 para realizarle una entrevista (aún la conservamos). Don Atilio Paredes, pese a su edad, en aquel momento, tenía una lúcida memoria y una retentiva asombrosa; que demostró relatando muchas historias lugareñas en compañía, del señor Aquilino Blanco.

 

Don Atilio en su modesta casa contaba lo que vivió en el lugar desde que tuvo uso de razón. Toda una vida dedicada al trabajo.

Don Félix Chaco

También se recuerda a, Telésforo Carrillo, Raúl Antonio Paredes, Raúl Paredes, Polidoro Uzcátegui y Francisco José Peña, (Chico Peña). Por igual hay nombres sobresalientes en la historia del lugar, así tenemos a: Rafael Ángel Rivas, Pascual Briceño, María Pura, Delia, Chiquinquirá y Perpetua Paredes, Alirio Carrillo, Cira Briceño, Olga Contreras, Gabriel Carrillo y muchos más.

 

Los presos y el camino

 

A principios de siglo XX, se dice que La Cabaña estaba conformada por unas veintenas de casas; todas de palma y construidas de bahareque. Era la época en la cual los presos con pico y pala comenzaban hacer la carretera hacia Escuque; “muchos presidiarios participaron en los trabajos y todos arrastraban grillos detrás de sus tobillos”, dice, Don Luis González, Cronista de Valera.
En la historia han quedado nombres de las personas que trabajaron en el camino a Escuque, hubo uno muy famoso al cual llamaban, Coronel Pineda, otro era Emilio Ruiz, quienes se encargaban como caporales de los reclusos.
También se recuerda al ingeniero Antonio Hernández y de Rogelio Plaza y Víctor Abreu, encargados de la obras. El camino a Escuque lo hicieron entre 1926 y 1928. Entre los presos más famosos se habla de, Patricio Peña y Antonio Cáceres, todos cargaban como pesada cruz los famosos grillos de tobillos. Por aquellos años, Valera era una ciudad de calles empedradas y ciudad hermosa, con mucha frescura, con habitantes ejemplares.

 

Historia fascinante

 

La fascinante historia de La Cabaña dice que, la agricultura, la explotación de la cal y la madera han sido fuente laboriosa del sitio, y que contó entre sus hijo con; Don Félix Paredes mejor conocido “El Chaco”, fue uno de los primeros que transitaron la vieja carretera Valera-Escuque.
De esa época hay nombres de otros choferes, como: Tulio Azuaje, Pedro León, Eloy Manzanilla, Pedro Bastidas y Ovidio Alizo. En aquellos tiempos, el costo de un pasaje entre Valera y Escuque por aquella vieja carretera de tierra, oscilaba en un real.

 

Las arepas a locha

 

En La Cabaña se hizo famosa, doña Ninfa Paredes, respetada por todos los lugareños. Su fama fue producto de hacerles las arepas a los presos que trabajaban a pico y pala en la construcción de camino Valera-Escuque. Doña Ninfa les preparaba las arepas rellenas de huevo, acompañada de leche de cabra gracias al rebaño que poseía en sus terrenos. Dicha arepas tenían un costo de una locha.
Otra respetada dama de las más antiguas que se conocen fue: La Niña Paula Troconis, quien murió casi centenaria, familiar del reconocido médico oftalmólogo, Diego Troconis.

 

 

Primeras viviendas

Según documenta, Gabriela Briceño, las primeras viviendas pertenecieron a las familias de: Próspera de Paredes, Ausencio Paredes, Sofía Cardozo, Ninfa Paredes, Eustoquia García, Carlos Montilla, Faustino Paredes, Elvira Montilla, Rita Pulido, Rodulfo Paredes, Benito Rojo, Magdalena Paredes, Benito Paredes, Eladia Peña, Félix Troconis y el señor Rosario Briceño.

 

El deporte

De La Cabaña también hay que nombrar a varios deportistas, que allí han nacido como varios atletas que le han dado nombre al estado Trujillo en el país y fuera de él. Para muestra citamos a Johan Salas, quien fuera capitán del Trujillanos FC.
Otro deportista de La Cabaña es Atilio Hernández, quien como pitcher ha representado al estado Trujillo en varios nacionales, dijo e indicó que otros jugadores importantes nacidos allí fueron Oscar Contreras, y Guillermo Vitoria, este último muy famoso con la recordada novena Proletarios.

 

Fieles a la cultura y religión

 

Cruz de La Misión

Pero también la cultura ha tenido su espacio al igual que la muisca. Se recuerdan los grupos culturales como Animación Juvenil “Oscar Contreras, o los gaiteros de Rebeldes y los Montañeses, entre otros.
En cuanto a lo religioso es un poblado de espíritu católico, donde la devoción por la Virgen del Carmen va enclavada en el corazón de sus habitantes con mucha fe. Dicha fe ve se representada en la Sagrada Cruz de La Misión, construida por los Misioneros Redentoristas. Toda esta historia, es lo que hace mágico este lugar, erigido en una colina desde donde la Valera luminosa refleja todo su esplendor.

 

 

Repensar
a Valera es…

…SABER que, en 1928, en esas alturas construyó el presidente de estado Vicencio Pérez Soto una caja de agua para el acueducto de la ciudad que funcionó hasta 1943. Luego Caja de Agua se convierte en otro poblado del sector. EHG

 

 

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