Como antesala al desfile, a realizarse hoy viernes, las escuelas del municipio celebraron la llegada del Carnaval en cada institución. Pese a la crisis económica, los padres hicieron un esfuerzo y disfrazaron a los más pequeños de la casa
Las escuelas estadales y municipales, de Valera, celebraron este jueves la antesala a los carnavales. Pese a la crisis económica, no faltaron las princesas, odaliscas, mariposas, piratas, superhéroes, bailarines, brujos, magos y animales silvestres. Los colegios se inundaron de alegría y diversión, durante la mañana. Los padres se las ingeniaron para no pasar por alto esta temporada, que llena de ilusión a sus hijos. Los representantes encuestados comentaron que, con mucho esfuerzo, compraron disfraces. Otros optaron por reciclar el de años anteriores o confeccionar uno nuevo.
«Todo sea por verlos reír» comentó una de las encuestadas, frente a una de las instituciones visitadas por el equipo del Diario de los Andes. Los niños y niñas, en especial de primaria, maternal y preescolar, se divertieron con sus maestras en los patios comunes de las escuelas. Compartieron golosinas y desfilaron con todo gusto frente a sus demás compañeros. Hubo muchos que no se disfrazaron, pero esto no fue impedimento para que jugaran emocionados y dejaran que sus profesores pintaran sus caritas con coloridos dibujos.
Breve receso
Hoy viernes será el desfile, en el cual participarán la mayoría de las escuelas de la localidad, convocado por la Alcaldía Bolivariana de Valera. Comenzará con una concentración en la Avenida Bolívar con calle 18, a partir de las 8:00 de la mañana. Posteriormente, arrancará desde la Torre Unión, a las 9:00 de la mañana. En consecuencia, los alumnos tendrán un breve receso escolar, concretamente los días lunes 12 y martes 13. Regresarán a las aulas el miércoles 14 de febrero, día de San Valentín.
Ingenio trujillano
Los padres se las ingeniaron para cumplir los sueños de sus hijos en este carnaval. No faltaron los policías, bomberos y médicos, en lo que se refiere al mundo de las profesiones. Las bailarinas, princesas árabes, mariposas y rumberas, tampoco faltaron. Curiosamente, algunos de los disfraces eran de materiales atípicos, como fieltro para emular el plumaje de una grandiosa guacamaya o tela de mosquitero para hacer el tutú de una bailarina. En tiempos de crisis, la creatividad emerge, sobre todo cuando se busca hacer felices a las futuras generaciones.
