Con tambores, redoblantes, trompetas, gritos pero sobre todo actitud, se desarrollaron los desfiles educativos y culturales de los municipios Trujillo y Pampanito, las instituciones llevaron a sus estudiantes, docentes y personal en general, porque la celebración del Carnaval no puede pasar desapercibida, es un momento muy esperado por los niños, manifestaron sus representantes
El Carnaval es una época de diversión, alegría, fiestas, disfraces y sobre todo compartir. Pese a la situación económica y de escasez que existe en el país, para las instituciones educativas esto forma parte de las tradiciones, costumbres y programación, es por ello, que ayer, en diferentes municipios como Pampán, Pampanito, se disfrutó el colorido que sólo el carnaval regala, la sonrisa, emoción de los más pequeños de la casa, e incluso de los adultos, quienes por una horas se olvidaron de tanto pesar para entretenerse y acompañar las comparsas en los desfiles de carnaval.
En la ciudad capital participaron muy pocas instituciones educativas, sin embargo, demostraron que en unión se puede lograr un buen trabajo, desde el estadio Humberto González Albano desfilaron hasta el Parque de la Trujillanidad. Asimismo, lo hicieron en Pampanito donde la particpacion fue más numerosa, desde la recta de Pampanito caminaron hasta el Complejo Deportivo de Pampanito, recorriendo sus principales calles y contagiando a la gente de la alegría en medio de las circunstancias. Aunque para muchos “no es momento de celebrar” para otros “no se puede perder la alegría de la vida” que para algunos la vida es un carnaval, llena de colores, música, alegría, baile y disfrute.
Así lo demostraron en cada una de las actividades, con las bandas, en el caso de Pampanito la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes) con su banda animó el desfile, jóvenes llenos de esperanzas, asimismo lo hicieron quienes estudian ciencias de incendio en el Instituto Bomberil.
Con actividades culturales culminaron en el complejo deportivo de Pampanito, con bailes y cantos. En el caso de la ciudad capital la actividad finalizó en el Parque de la Trujillanidad donde desarrollaron una zona recreativa con pinta caritas, castillos inflables y gincanas.
Los niños de la escuela de La Peñita también hicieron su desfile; salieron hasta la avenida principal del sector para contagiar a los transeúntes de la alegría, con sus máscaras, algunos disfraces y al son de los tambores disfrutaron la fiesta de carnaval.
Educadores se esmeraron
El motivo de cada una de las comparsas fue libre, dejaron que cada una de las instituciones pusieran a volar su creatividad y trabajaran con lo que pudieran, porque para las autoridades de la Zona Educativa y municipales lo importante es no dejar de hacer las actividades carnestolendas en las que los niños y niñas se divierten y gozan al disfrazarse, pintar sus caras o sencillamente observar las actividades.
