Douglas Abreu / 21627
@douglasabreub
En el marco del “Día Internacional de las Personas con Discapacidad” – que se celebró el pasado miércoles 3-DIC – el Concejo Municipal de Motatán, realizó una sesión especial, que tuvo como oradora de orden a la licenciada Kris Aguirre Becerra, cuya pieza oratoria se basó en un discurso inspiracional, titulado “La melodía que supera la vista”:
“Excelentísimas autoridades presentes, distinguidos miembros de la comunidad, compañeros de lucha, y a cada persona que hoy nos honra con su presencia. Es un profundo honor dirigirme a ustedes en este Día Internacional de la Discapacidad”, saludó-
“Soy Kris Elina Aguirre Becerra, soy maestra de música, soy la hija mayor, soy madre de dos jóvenes maravillosos, y sí, soy una mujer ciega. Pero, sobre todo, soy la prueba viviente que cuando la vida nos quita una luz, es solo para obligarnos a encender otra, mucho más potente, en nuestro interior, en otras palabras “rompiendo la barrera del ‘No puedo”, reafirmó.
“Hoy no venimos a hablar de limitaciones; venimos a hablar de potencial. Venimos a cambiar la ‘dis’ de la palabra ‘discapacidad’ por la ‘in’ de la palabra Inquebrantable”, reflexionó.
Desde niña, en mi natal Valera y creciendo en Motatán, la música se convirtió en mi lenguaje. Me enamoré del arte, del ritmo de la mandolina, de la belleza de la lectura musical. Me formé para enseñar, para tocar y para liderar, incluso representando a mi fe a nivel internacional, demostrando el poder de la vocación y la resiliencia”, recordó.
“Y entonces, hace casi tres años, llegó ese momento que cambió mi percepción del mundo: la pérdida de la vista. Reconozco que fue un desafío monumental. Pero, ¿saben lo que nunca perdí? Mi vocación”, enfatizó.
“La gente a mi alrededor se preguntaba: «¿Cómo seguirá dando clases? ¿Cómo enseñará a leer una partitura si no puede verla?»
“Mi respuesta fue simple: la música no se ve, se siente. Mis manos, que antes sostenían un libro de partituras, ahora se convirtieron en mis ojos. Mi oído, afinado por años de estudio, se convirtió en mi guía. Y mi pasión, en el motor que me lleva cada día a la Escuela Antonio Nicolás Briceño. El logro de ver a mis alumnos, como esa talentosa joven que llegó a la Orquesta Alma Llanera, no es un triunfo visual; es un triunfo del alma”,
El llamado a la sociedad: Inclusión activa
Mi historia, y la de millones de personas, no deben ser vistas como una anécdota de superación individual, sino como una responsabilidad colectiva. La discapacidad no reside en el individuo; reside en las barreras que la sociedad levanta”,
“No necesitamos compasión, necesitamos oportunidades reales.
No necesitamos caridad, necesitamos infraestructura y acceso.
No necesitamos que nos digan lo que no podemos hacer, necesitamos que nos pregunten: «¿Cómo podemos hacerlo juntos?»
Si una maestra ciega puede guiar a una orquesta, si una madre soltera puede estudiar y criar a sus dos hijos de 12 y 15 años mientras redefine su carrera, ¿qué no podemos lograr cuando trabajamos de la mano?

La vida es una sola
Hoy, quiero dejarles mi más profunda convicción, la que me guía cada mañana: No te límites. La vida es una sola y hay que aprovechar cada momento. Cada obstáculo, cada pérdida, cada dificultad que enfrentamos, tiene un propósito mayor. Es una invitación a dar y entregar lo mejor de uno mismo, sin mirar atrás.
“A mis compañeros con discapacidad: Somos la fuerza, somos la creatividad, somos la resiliencia que esta sociedad necesita. No dejen que las excusas externas o internas apaguen el fuego de su talento. A la sociedad: Mírennos, pero no nos vean como ejemplos de lástima; véannos como ejemplos de capacidad. La verdadera inclusión es cuando nuestras habilidades son más importantes que nuestras limitaciones.
A las Autoridades Municipales
«Y aquí, en este punto, me permito dirigirme de manera especial a nuestras Autoridades Municipales presentes. Su rol es vital, no solo para celebrar este día, sino para garantizar que el espíritu de esta celebración dure 365 días al año.
“Soy una ciudadana que se mueve a diario en nuestra comunidad. Sé que el compromiso de nuestra Alcaldía es genuino, pero la verdadera inclusión se mide en el concreto, en el día a día”.
“La discapacidad no es un problema individual; es un desafío de diseño.
No es mi ceguera el impedimento; es la ausencia de rampas que me permiten acceder a un edificio público o a la Escuela Antonio Nicolás Briceño donde imparto mi vocación”.
“No es mi condición la que me detiene; es la falta de señalización táctil en nuestras aceras y espacios comunes. No es mi rol como madre trabajadora lo complicado; es la falta de apoyo y oportunidades laborales realmente equitativas para miles de personas con discapacidad en nuestro municipio”.
“Les pido, no como oradora de orden, sino como vecina y como madre:
Prioricen la accesibilidad urbana: Que cada nueva obra o remodelación en nuestro municipio sea planificada bajo el concepto de Diseño Universal. Que nuestras calles, semáforos y parques sean pensados para todos”.

Educación inclusiva – Empleo digno
“Fortalezcan la educación inclusiva: Aseguren que nuestros centros educativos, especialmente aquellos que forman a nuestros niños en arte y cultura como el Programa Simón Bolívar, cuenten con los recursos, materiales y formación necesarios para atender a estudiantes y docentes con diversas capacidades”.
“Promuevan el empleo digno: Creen alianzas con el sector privado y generen incentivos municipales para que la contratación de personas con discapacidad sea la norma, y no la excepción”.
“Señores y señoras, inviertan en inclusión, porque invertir en inclusión es invertir en la inteligencia, el talento y la dignidad de Motatán y Valera. Demostremos que somos un municipio que no solo escucha la melodía de la resiliencia, sino que también la facilita”.
Mensaje firme y respetuoso
Se trata de un mensaje firme, respetuoso y plantea soluciones concretas basadas en nuestra experiencia como usuaria del espacio público y como educadora. Lo expresó con pasión para generar un impacto real en las autoridades municipales, demás fuerzas vivas y población en general de nuestro municipio Motatán”. Muchas gracias, y que la melodía de nuestra valentía resuene hoy y siempre.
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