Moscú, 31 jul (EFE).- La península de Kamchatka, en el extremo oriente de Rusia, amaneció este jueves sacudida por numerosas réplicas del terremoto de magnitud 8,8 que se produjo ayer en la región y que ha sido el mayor seísmo desde 1952.
En el espacio de una hora se registraron ocho terremotos de magnitudes entre 4,5 y 6,7 junto a las costas de Kamchatka, informó el Servicio Geofísico Unificado ruso en su canal de Telegram.
Las autoridades no activaron las alertas de tsunami tras estos nuevos movimientos telúricos.
Según los científicos rusos, el proceso de réplicas, de menor magnitud, podría extenderse durante varios meses.
Expertos consultados por la agencia oficial rusa TASS indicaron que las consecuencias ecológicas del terremoto del miércoles son mínimas.
«No veo consecuencias importantes. Sólo algunos leones marinos fueron alcanzados por la caída de rocas. Lo principal es que esta vez no hubo accidentes en las centrales nucleares japonesas», comentó Román Pukálov, jefe de los programas de protección ambiental de Patrulla Verde.
La península de Kamchatka es uno de los territorios con mayor actividad volcánica y sísmica del mundo, llegando incluso a ser peligroso para la aviación civil por las abundantes nubes de ceniza que expulsan periódicamente los volcanes aún activos.
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