Caracas, 16 dic (EFE).- El opositor venezolano Julio Borges insistió este jueves en la necesidad de separar a los partidos políticos antichavistas del manejo de los activos de Venezuela en el exterior, algunos de ellos administrados por Juan Guaidó desde 2019, por presuntos escándalos de corrupción y porque los ha «desenfocado» de su objetivo de sacar a Nicolás Maduro de la Presidencia.
«Los manejos de los activos en el exterior nos han desenfocado de nuestra única tarea de sacar al dictador de Venezuela porque nos ha convertido, a los partidos políticos, en unos manejadores de unos activos y, además de eso, también están sometidos a escándalos de corrupción, que no han tenido respuesta», señaló Borges en un comunicado de prensa.
Guaidó y el bloque antichavista que lo acompaña empezó a administrar empresas venezolanas en el exterior desde enero de 2019, cuando se proclamó presidente interino y fue apoyado por diversos países, como Estados Unidos y Colombia.
Borges, quien ratificó su renuncia como comisionado de relaciones exteriores de Guaidó, aseguró que este tema es de «enorme preocupación» para él y su partido político Primero Justicia (PJ), y reveló que este caso tiene más de un año y medio en conversaciones con instancias nacionales e internacionales que no detalló.
«Ha habido diferentes escándalos de corrupción, de contratos de gente del entorno de los partidos políticos en relación al manejo de los activos, tomas hostiles sobre las empresas documentadas por periodistas serios de la región. Sin embargo, no ha habido respuesta por parte de quienes tienen la responsabilidad. Nosotros no queremos ser parte de eso y por eso hemos tomado esta decisión», añadió.
A su juicio, lo ideal es crear la figura de un fideicomiso para tener «transparencia, rendición de cuentas, evitar escándalos de corrupción y proteger los activos de la corrupción y de la dictadura de Nicolás Maduro».
Por otra parte, Borges mencionó que es necesario hacer una «reorganización diferente» y crear una «instancia unitaria entre partidos políticos y sociedad civil».
El pasado 5 de diciembre, el opositor sostuvo que la figura del «gobierno interino», mediante el cual Guaidó es reconocido como presidente interino, debe «desaparecer completamente» porque su «objetivo se ha deformado».
«El gobierno interino tiene sentido como instrumento para salir de la dictadura, pero en este momento, a nuestro modo de ver, se ha deformado y en lugar de ser un instrumento para luchar contra la dictadura, se ha convertido en una especie de medio en sí mismo (…) donde se ha burocratizado lo que tiene que ver con ese espacio que no está cumpliendo su manera de ser», apostilló.
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