Juan Vicente Molina: Escritor, diplomático, político y mejor amigo

Pocos recuerdan la vida y obra de este betijoqueño universal, quien no solo dejó su legado como insigne hombre de las letras y la buena poesía, sino digno representante de la trujillanidad allende nuestras fronteras patrias.

Juan Vicente Molina, un betijoqueño digno de reconocer y recordar con cariño.

 

 

Gabriel Montenegro/DLA.- El poeta Paul Matheus, en magistral crónica inspirada en sus vivencias personales, nos entrega un Requiem especial sobre la vida y obra de uno de los trujillanos más representativos de nuestra historia regional. En su trabajo refiere el autor que Juan Vicente Molina nació en el año 1.932, en el Arenal de Betijoque, a escasos metros de la casa donde nació Rafael Rangel. Casado con Nora Arminda Ruíz Torres de Molina, hogar del que nacieron sus 4 hijos: Alfredo, Rosalba, Marisol y Ediluz.

 

El poeta Paul Matheus lo describe desde su perspectiva como polifacético de enorme trascendencia.

La poesía llevada en el alma

Insigne poeta de amplio repertorio, Juan Vicente Molina publicó «Cantos de tierra y fuego», «Gotitas de lluvia», «Saludo a Chile», «Juan Bimba buscando trabajo», «Remembranzas Betoyanas», «Código para las mujeres jóvenes», «Vuelo al infinito», «El coral de la vida» y «Lucha positiva», etc. Fue además compositor de las canciones, «Cansado de esperar» y «Betijoqueña linda», siempre resaltando su Trujillo y esencialmente su adorado Betijoque.

 

Obra prolija y fecunda

Autor de mas de 3.000 artículos de prensa sobre temas políticos, culturales y literarios es contado entre los escritores y ensayistas de mayor intelecto

En 1.987 publicó «La Cruz de palo», un cuento betijoqueño dedicado a su compadre y apreciado amigo Justo Elías Matheus, donde lo llama: “Betijoqueño dulce como el agua de la Abejita” haciendo alusión a la personalidad dócil de su amigo.

Amante «celebérrimo» de la trujillanidad y de su Betijoque querido.

Añade Paul que: «Juan Vicente Molina nos legó un extraordinario poemario, en donde unía una fina ironía con profundo sentido de la realidad y conocimiento de los temas tratados. Una poesía sensible, aparentemente humorística que encierra un pensamiento sabio y paradójico, entregado a imágenes, mas que en metáforas».

Juan Vicente Molina fue además fundador y presidente de la Institución Betijoqueña. Cuando ésta cumplió sus primeros diez años de existencia le dedicó un poema: Aquí se infunde la justicia humana/ y se combate la ruindad también/ al estudio y trabajo se le hermana/ y se alaba a Dios y se practica el bien/ esta es la Institución Betijoqueña/ donde la lucha grande y la pequeña/son la gloria del pueblo que nos crió.

El gran proyecto de José Gregorio Hernández

El poeta Molina fue presidente del parque «La Fe “José Gregorio Hernández”, y junto a sus miembros Luciano Celli, Elizabeth Abreu, Angel Giardinella, Elio Raggioli y el padre Prudencio Baños tenían en mente lograr el ansiado proyecto al “SIERVO DE DIOS”, una obra de monumento que sería 15 metros más alta que el Monumento a la Virgen de la Paz, con bibliotecas, salas de conferencias, ancianato, restaurantes, hoteles, locales comerciales y un funicular.

Prolijo escritor, diplomático y hombre de la buena política.

Molina destacó en la vida política, fue militante y dirigente de Acción Democrática, concejal y presidente del Concejo Municipal de Betijoque, diputado al Congreso Nacional, Cónsul en Baltimore (EE.UU), Consejero de la embajada de Venezuela en Chile. Nuestro protagonista de hoy, falleció el 23 de marzo del año 2018 en la ciudad de Barquisimeto.

«Juan Vicente Molina fue mi amigo personal, lo consideré el gran caballero de la política, un hombre con la estatura de un gran letrado, pero con un accionar saturado de humildad y sencillez, el político con vocación de servicio y sensibilidad social. El día que yo muera será cuando voy a olvidar la manera como él conceptuaba y practicaba la política».

-» Compañero Paúl- me dijo una vez- la política es el arte de conversar. La política es el arte de sumar, jamás de restar.

Con el inmortal tenor venezolano Alfredo Sadel

La política es el arte de la Empatía, no de la Antipatía, LA POLITICA ES EL ARTE DE LAS ESTRATEGIAS.

Juan Vicente…sin la intención de imitarte como poeta, de hacerlo sería ofenderte, en el momento de elaborar este tributo brota de mi mente un torbellino de recuerdos:

Fuiste el amigo, el guía y el maestro que me rubricó el alma.

Recordarte es pasar del nudo en la garganta y las lágrimas en el rostro, al sentir orgulloso de haber sido tu amigo.

Visualízote posado en una nube del cielo.

Con dos alas en tu espalda.

Y tu frente adornada con un ramo de laurel.

En tus manos un arpa de tres cuerdas devenida del Olimpo.

Obsequiándole al Creador tus poemas, tu canto y tu música inspiradas en tu alma.

HERMANO. “REQUIESCAT IN PACE”.

 

 

 

 

 

.

Salir de la versión móvil