Para el dirigente político regional Juan Manuel Sáenz, “la crisis arropó al régimen. No tiene salida. La crisis económica es absoluta. El disparate monetario expresa el final de un período nefasto, el más nefasto, podríamos decir, de toda nuestra historia”.
Dijo que el petróleo ya no sirve ni para pagar los Clap, “cada vez hay menos producción, menos transporte, más problemas sindicales, en fin, una crisis que deja a Venezuela, uno de los países más importantes productores de petróleo, en la calle. Pero dentro el desprestigio y el rechazo son monumentales, sólo menos del quince por ciento, contando los obligados y tarifados, apoyan la dictadura de Maduro. El poder militar se muestra dividido, confuso, perseguido. El régimen parece haber enloquecido ante la catástrofe que enfrenta y que ha provocado a los venezolanos”.
Señaló “en el exterior el rechazo es absoluto. En Lima, el nuevo presidente Martín Vizcarra, producto de la madurez política peruana ha confirmado que Maduro no va, que no asistirá a la Cumbre, ni colándose en el avión de Evo Morales o de Ortega. No sólo es en Lima el rechazo, es en todas partes y a todos los niveles”.
Fue claro al indicar “el régimen está acorralado en Venezuela y fuera de ella, nada qué buscar y de allí la gran pregunta, ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué pasará? ¿La renuncia de Maduro, forzada o no, voluntaria o no, sería una solución sabia a esta crisis o catástrofe que ha ahorcado a los venezolanos y a las nuevas generaciones por un tiempo?
Para cerrar dijo “sin duda la renuncia es una salida, no hacerlo es un reto peligroso que los venezolanos, civiles y militares tendremos que asumir en el corto plazo. Facilitar una transición electoral, con Falcón adelante, es un juego extraño pero cada vez cobra más sentido en lo posible. ¿Podría ser otra vía? sí, pero no lo suficientemente seria y sólida como para resolver la enorme crisis, la catástrofe, que nos ahoga”.