Tras haber recorrido por primera vez tanto en vehículo como caminando buena parte del centro poblado del municipio Boconó, en el marco de su visita al estado Trujillo, el hombre que hoy preside el Parlamento nacional y es reconocido por medio centenar de países como presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, accedió a responder en exclusiva a algunas interrogantes para Diario de Los Andes.
- Hasta hace pocos días usted parecía preso de lo que algunos llaman su mantra: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. A juzgar por los últimos anuncios sobre Barbados ¿Estaría dispuesto Guaidó a aceptar elecciones libres pero sin gobierno de transición?
“Para que haya elecciones realmente libres tiene que haber un nuevo Consejo Nacional Electoral, un Registro Electoral Permanente depurado, apertura en el exterior y condiciones de legibilidad democrática y competitividad, y para eso debe cesar la usurpación y tener un gobierno de transición. Reinstitucionalizar al país. Más que preso de un mantra es orientación estratégica, claridad en el objetivo”.
- Insisto, si les ofrecen todas esas condiciones para que se dé una contienda verdaderamente justa, ¿aceptarían ir a unas elecciones aún cuando eso signifique que Maduro esté en Miraflores unos meses más hasta que se pase directamente al nuevo gobierno? Estamos hablando de un avance hacia la salida.
“Sin duda un gran avance y una aproximación a ponerle fin al sufrimiento de nuestra gente, tenemos que insistir en nuestra ruta siempre y cuando sea una elección realmente libre, que tengamos la transición y cese de la usurpación, sabemos que debe ser urgente, el factor tiempo importa, la gente muere todos los días o se va del país, esto puede convertirse en una catástrofe humanitaria, vemos como apenas hoy Maduro sacó una carta que parece una malcriadez en contra del informe de la ONU”.
- Hay mucha gente que cuestiona que usted se deja controlar por factores políticos que no quieren otra cosa que no sea la negociación y convivencia con el régimen, frente a eso ¿cuál es su respuesta?
“Entiendo la desesperación de un grupo que para diferenciarse trata de tacharnos de alguna u otra manera. Lo que sí puedo decir con firmeza es que jamás nos hemos doblegado ante ningún tipo de presiones, ni ante amenazas del régimen o persecución de mi familia, mucho menos ante supuestas presiones de un sector u otro para inclinarme por una alternativa, yo no estoy enamorado de ninguna alternativa. Si me toca bajar al infierno –Dios me ampare- con la bendiciones de toda la gente eso sí, lo haré si es lo necesario enfocado en superar la crisis, no en quedarse en el infierno, nadie se quiere quedar en este infierno. Si el costo es un debate de opinión pública, sobre si es el mejor mecanismo o no, demos el debate, no estoy aquí por popularidad, estoy aquí por responsabilidad con el país para superar la crisis”.
- Después del 30 de abril nuevamente se cierne sobre el país el desánimo generalizado, muchos ciudadanos cuestionan que respondieron al llamado de calle que usted les hizo y sin resultados por lo que ya no quiere seguir en eso, están cansados, ¿cuál es el mensaje para ellos?
“Hemos construido mayoría, ahora no es lo único, tenemos un plan país y una ruta. No hay soluciones mágicas pero si hay alternativas, si hay gente, si hay fuerza, si hay respaldo internacional, si hay sanciones, si hay protección de los activos y si hay claridad en el mundo sobre lo que está pasando acá, tenemos todos los ingredientes lo que falta es mantener la esperanza y seguir en la ruta que trazamos”.
- ¿Cuánto tiempo más cree que pueda aguantar la gente en espera de una resolución del conflicto?
“Nada, hemos aguantado demasiado, hay gente que ya no puede aguantar, estamos consientes de eso, es tarde para mucha gente, ahora estamos a tiempo para salvar a Venezuela. Estamos en la víspera si analizamos todas las variables, tenemos la mayoría, el respaldo internacional y la capacidad para superar la crisis a través de préstamos internacionales y la confianza y respeto de las fuerzas vivas nacionales y del mundo. No podemos ser presa otra vez del desanimo, de la desesperanza”.
- La gente ya lo es, lo venimos viendo a nivel nacional al calor de los últimos llamados de calle e imagino que está al tanto de las opiniones negativas que se están perfilando a través de las redes sociales, expresiones como que usted anda en campaña electoral, que mejor siga negociando con Maduro, algo que muchas veces también se replica en las calles.
“Las redes sociales son interesantes, es como cuando entras a una iglesia católica un domingo y le preguntas a la gente de qué religión son, todos van a decir que son católico, eso pasa con los seguidores, son de alguna tendencia. No podemos dejarnos llevar por un espacio que está influenciado por el G2, está demostrado, 75% de la información rebotada viene de cuentas con unos parámetros muy particulares. Ahora no estoy negando que por supuesto hay un estado de ánimo de será que sí o será que no”.
- Sobre los hechos de corrupción en Cúcuta, Calderón Berti declaró que la investigación sobre el caso había iniciado dos meses antes de la publicación del Panam Post, tras información recibida por servicios de inteligencia colombianos, ¿por qué Guaidó no tomó las medidas desde entonces?, ¿Por qué espero hasta que fue público para separar a los implicados del manejo de los recursos?
“Había una investigación y 15 días después de iniciada fueron separados de su cargo, lo que se dio un Cúcuta, con el debido respeto de todos los periodistas, fue un poco más de sensacionalismo, dos meses antes estaba la investigación, mes y medio antes los involucrados estaban separados de las funciones que habíamos asignado, no tenía nada que ver con la ayuda humanitaria sino con la atención a los militares. Eso sí, nosotros nunca vamos a ser tolerantes a eventos administrativos irregulares”.
- ¿Cuál es el estatus de esa investigación?, ¿Por qué no lo dio a conocer a los venezolanos antes de que el “sensacionalismo” le diera una oportunidad al régimen de intentar manchar la gestión de la presidencia encargada?
“Probablemente. La gente sabe que actuamos con transparencia y que no vamos a ser tolerante con ningún tipo de corrupción porque eso es lo que tiene a este país destruido. Yo fui presidente de la comisión de contraloría de la Asamblea Nacional y demostré hechos de corrupción con el tema de la comida, Odebrecht, y el seguimiento al problema eléctrico y de Pdvsa. El caso está en Fiscalía colombiana, se que se han realizado las entrevistas en una investigación imparcial, nosotros los venezolanos nos desacostumbramos a las instituciones y ahora está en manos de un gobierno autónomo e independiente”.
- ¿Cree que hay algo que pudo haber hecho de otra manera desde que asumió la presidencia encargada para que los resultados hoy fuesen diferentes?
“Todos los días de mi vida me levanto preguntándome qué más puedo hacer, qué puedo hacer más rápido, qué puedo hacer mejor, no solo para cambiar el país. Si tuviese que revisar algo sería cómo construir mayoría más rápido, como evitar que se lleven preso a más gente”.