La falla eléctrica que se presentó en la Unidad de Neonatología del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula) este jueves fue corregida inmediatamente por el personal de esa institución. Así lo aseguró el director del centro asistencial, José Ángel Ferrer, quien explicó que no hubo ninguna explosión de bombona de gas sino un conato de incendio producido por una lámpara que hizo cortocircuito.
“Para nosotros, como Gobierno regional y revolucionario, es prioridad la salud de nuestros recién nacidos y del resto de los pacientes; por ello, contamos con extintores para subsanar este tipo de situaciones, tal como lo establecen las leyes sanitarias”, aseveró Ferrer.
Informó que luego de lo ocurrido se le explicó a los padres y representantes de los recién nacidos cuál fue la realidad de lo sucedido. Ellos mismos pudieron corroborar el hecho.
Por otra parte, se refirió a lo suscitado en días pasados, también en el P-28, donde una empresa realizaba un trabajo de pintura y algunos malintencionados causaron inquietud al asegurar que se había generado un ambiente de peligro.
Al respecto, destacó que inmediatamente después de percibir el olor a pintura, se procedió a ventilar el espacio y evitar así un ambiente de riesgo para los recién nacidos; además, se evacuaron a los infantes que estaban en el área cercana, por lo que no hubo ninguna circunstancia que comprometiera la vida de los neonatos.