El dirigente indicó que “el representante de la usurpación en el estado Trujillo” muestra en su pretendida justificación de la crisis del gas doméstico, el profundo desprecio que sienten por los ciudadanos quienes equivocada e indebidamente ostentan el poder
Joaquín Aguilar, diputado suplente de la Asamblea Nacional y dirigente de Primero Justicia en la región le salió al frente a las recientes declaraciones del gobernador de Trujillo, Henry Rangel Silva, quien le advirtió a los trujillanos en su programa de radio que aunque protesten y cierren las calles exigiendo el servicio, la distribución de gas no llegará, “la desidia de Rangel Silva se mantiene en el poder a costa del sufrimiento popular”.
El parlamentario indicó que “el representante de la usurpación en el estado Trujillo”, Henry Rangel Silva muestra en su pretendida justificación de la crisis del gas doméstico, el profundo desprecio que sienten por los ciudadanos quienes equivocada e indebidamente ostentan el poder.
El también miembro del equipo regional del Frente Amplio Venezuela Libre en Trujillo, manifestó que a un año del fraude electoral de 2018 el estado andino vive su peor hora, “no hay gas, agua, luz y ahora ni gasolina, jamás los trujillanos habían pasado por tantas calamidades que sumadas unas con otras pareciera que se trata de un plan de devastación humana fraguado desde el socialismo”.
Para el dirigente, Rangel Silva y su élite gobernante saben perfectamente que el pueblo padece como nunca antes y aún así no hacen nada para detener el sufrimiento, “por el contrario les interesa mantener la angustia mientras ellos disfrutan sus millones y privilegios, al tiempo que justifican al usurpador de Miraflores. Aún así sus días están contados, que nadie tenga duda de eso”.
Estado de inacción
El diputado señaló que el daño causado a la población es tal que mantienen a los ciudadanos en un estado de inacción desmovilizada con el drama de pasar días enteros en diferentes colas, “por eso este desabastecimiento de gasolina, además de evidenciar la corruptela en la industria petrolera, ha hecho que el pueblo entre en estado de desesperación y lo mantenga ocupado en la tarea de ver cómo llenar un tanque sin tiempo para reclamar o protestar”.