El legislador Jesús Abreu, a través de un comunicado de prensa, señaló que “la intención del imperio yanqui, en aplicar una sanción petrolera a Venezuela, constituiría una espada de Damocles para esa nación, si esta no tiene cómo reemplazar los trescientos treinta y nueve mil barriles que diariamente nuestro país le surte a su costa este. Razón por la cual, su amenaza, pudiera traducirse en una intervención militar, en tierras de Bolívar”.
Abreu basó su señalamiento en un análisis cimentado en el criterio formulado por el experto en hidrocarburos, Rafael Quiroz, “esta radica en el hecho de que los Estados Unidos al no cubrir su demanda, bajaría la oferta de gasolina en la localidad antes mencionada, lo que la obligaría a incrementar los precios del citado rubro energético y el diesel en su mercado doméstico, en razón de tres a cinco dólares el galón y con ello generaría un evidente colapso en términos económicos y una crisis interna».
Dijo que como aspecto positivo, en caso de aplicarse esta sanción, Venezuela pudiera colocar dichos barriles en otros mercados tales como China, India, Corea del Sur e incluso en naciones europeas, al fijar un precio de descuento, lo que rompería la hegemonía imperial, en términos de control y comercialización.
Acotó que lo negativo recae en las importaciones que se hacen desde Norteamérica, para mezclar y extraer el petróleo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco.