El éxito de la serie Friends, que la tuvo como una de las seis protagonistas entre 1994 y 2004, la catapultó a la fama en todo el mundo y la condujo a una de las carreras más exitosas al comparar cómo siguieron las vidas de sus compañeros en pantalla.
Desde entonces protagonizó innumerables filmes, en su mayoría comedias románticas, pero no había vuelto a pisar un set de televisión salvo para entrevistas o raras excepciones.
Pero sus fanáticos podrán volverla a ver en una ficción seriada el año que viene, cuando vuelva junto a quien fue una de sus dos hermanas en Friends, Reese Witherspoon. Apple compró los derechos de una nueva serie coproducida por estas actrices estadounidenses, informó la empresa esta semana, en una nueva señal clara de las ambiciones del grupo fundado por Steve Jobs en la producción de contenidos.
El sitio de internet especializado The Hollywood Reporter había informado previamente que Amazon dio el visto bueno para la producción de dos temporadas (20 episodios en total), algo inusual en el mundo de las series de televisión.
De acuerdo con los medios estadounidenses, varios interesados manifestaron su intención de obtener los derechos del proyecto, que se trata sobre la vida de unas presentadoras de programas matutinos de la televisión.
Jennifer Aniston y Reese Witherspoon, que actuarán en la serie, son copropietarias y coproductoras, junto con la productora Media Res, que dirigirá el proyecto, según The Hollywood Reporter.
Mientras Witherspoon formó parte del éxito de HBO Big Little Lies este año, Jennifer Aniston interpretará un personaje televisivo recurrente por primera vez desde 2004.
Apple quiere invertir US$ 1.000 millones en producir programas, de acuerdo con los medios.
Por ahora, la firma solo ofrece contenido producido por terceros en sus servicios de ventas en línea como Apple Music o Apple Store.
Varios gigantes de internet y de la tecnología están involucrados con actores históricos de televisión en una batalla implacable para imponer su plataforma de streaming en un territorio cada vez más peleado.
Según varios medios estadounidenses, Disney habría discutido recientemente con 21st Century Fox la compra de ciertos activos, lo que le permitiría reforzar su oferta antes del lanzamiento de su propio servicio de streaming.