Málaga (España), 9 oct (EFE).- Entre Frankenstein y Jesucristo, el estadounidense Jared Leto se presenta como un mesías artificial que invita a rebelarse contra las órdenes sin conciencia humana en ‘Tron: Ares’, la tercera parte de la saga cinematográfica que arrancó hace más de 40 años con una mirada revolucionaria al cruce entre lo real y lo digital.
De los quince años que transcurrieron desde la última parte estrenada, ‘Tron: Legacy’ (2010), diez de ellos se dedicaron a desarrollar esta nueva entrega en la que, como premisa, no es el hombre el que viaja al mundo de los videojuegos, sino los archivos y programas los que toman cuerpo.
«¿Qué significa estar vivo? ¿Y ser humano? Con esta película estábamos haciéndonos esas grandes preguntas», explicaron a EFE tanto Leto, quien ejerce de productor de la cinta, como el noruego Joachim Rønning, a su paso por la reciente San Diego Comic Con de Málaga, en el sur de España.
Jared Leto, ganador del Óscar por su papel en ‘Dallas Buyers Club’, es aquí el Ares del título, no el dios de la guerra de la mitología griega, sino el programa maestro de un mundo digital, con un ciclo de vida corto pero incesante, aparentemente sometido a los designios de su creador.
«Supimos que teníamos una película cuando recibimos aquella primera escena en la que se despierta y nace, lucha, pierde y muere, pero vuelve a levantarse, y lo hace mejor, habiendo aprendido algo de todo ello», cuentan sobre el típico proceso de entrenamiento de una inteligencia artificial, que unos temen y otros idolatran.
La analogía con Frankenstein es explícita en un momento en el que se siente muy solo y se debate si romper con su creador, un aspecto crucial de la película.
No es la única analogía que al espectador se le hará evidente por la deriva de la historia y también por la estética mesiánica del personaje, con la barba y el cabello largo y lacio, como lo lleva Leto en su vida diaria. «Es como un samurái», precisa él.
Completan el reparto principal Greta Lee y Evan Peters junto a dos secundarios de lujo, Gillian Anderson y, sobre todo, Jeff Bridges, que regresa así a la película a la que él en primer lugar dio cuerpo.
De hecho, Leto destacó en la Comic-Con cómo le marcó ver ‘Tron’ (1982) con 12 años, especialmente por la «increíble interpretación» de Bridges, con el que tuvo oportunidad de compartir plano: «Trabajar con él es como una experiencia espiritual, exactamente lo que piensas que va a ser, porque es divertido y generoso», dice.
Pero si existe una interpretación carismática en esta película probablemente será la de la actriz británica Jodie Turner-Smith, a pesar de arrancar el filme como el programa secundario denominado Atenea (Athena, en inglés).
«Ya al principio de todo Joachim me dijo que este era su personaje favorito y me permitieron hacer cosas realmente divertidas. Para mí es importante actuar como si fuese un juego, estés en comedia o drama, sobre todo para meterte en este tipo de películas donde todo es aventura o con un concepto elevado», subrayó a EFE.
El propio Leto, para el que solo tiene buenas palabras, le ayudó a prepararse para el «casting» con algunos consejos. «Fue un gran voto de confianza saber que alguien a quien consideras un excelente intérprete quiere trabajar contigo», contó.
En el escuetísimo turno de preguntas no hubo tiempo para preguntar a Leto o Rønning por el impacto que podrían tener las recientes acusaciones de conducta sexual inapropiada vertidas contra el primero por nueve mujeres, algunas menores de edad en el momento de los hechos, según un artículo publicado por Air Mail este verano.
Por lo pronto, a su paso por la Comic-Con hace solo unas semanas, el también líder de la banda de rock alternativo Thirty Seconds to Mars fue aclamado casi como el mesías que encarna en ‘Tron: Ares’.
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