Japón apuesta por los «bonos verdes» y las nucleares para alcanzar los objetivos de 2030

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida. EFE/EPA/ALI HAIDER

 

Dubái, 1 dic (EFE).- El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, destacó hoy los «bonos verdes» y la potenciación de las energías limpias, incluyendo la nuclear, entre las medidas que está tomando este país para recortar a la mitad sus emisiones contaminantes para 2030, durante la Cumbre Mundial de Acción Climática.

Kishida expuso la estrategia de descarbonización de la tercera economía mundial durante su intervención este viernes en la cumbre que se celebra en Dubái en el marco de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Dubái (COP28).

El líder nipón destacó la necesidad de que el mundo «corrija la trayectoria» para alcanzar los objetivos de neutralidad de emisiones para 2050, y para ello afirmó que las acciones hasta 2030 «serán cruciales».

En el caso de Japón, el país asiático aspira a recortar sus emisiones en un 46 % para 2030 -respecto a los niveles de 2013-, y según Kishida, ya ha logrado aproximadamente una reducción del 20 %, por lo que Tokio «ya va en el camino» para alcanzar el objetivo de 2050.

Entre los nuevos esfuerzos nipones en esta dirección, Kishida destacó la emisión el próximo año de los «primeros bonos transicionales del mundo con certificación internacional», destinados a financiar gasto público y privado en tecnologías limpias como las cadenas de hidrógeno, la captura de carbono, combustibles sintéticos o reactores nucleares de nueva generación.

Con estos instrumentos financieros se quieren cumplir de forma simultánea las metas de reducción de emisiones, lograr un suministro energético estable y fomentar el crecimiento económico, según el mandatario nipón.

Tokio también trabaja para mejorar en lo relativo a eficiencia y conservación energética, y aspira a convertir a las renovables en su «principal fuente energética», un tipo de energías entre las que también se incluye la nuclear, según la actual política nipona.

La estrategia energética del país prevé que la nuclear aporte entre el 20 % y el 22 % de la producción total para 2030, en línea con la apuesta del Ejecutivo nipón por reactivar progresivamente sus plantas atómicas tras el «apagón nuclear» derivado del accidente de Fukushima de 2011.

Kishida también respaldó los esfuerzos colectivos para incrementar la capacidad global de producción de renovables, así como para crear «un entorno de negocios justo y sostenible» para diversificar la cadena de suministro de energías limpias.

En cuanto al uso del carbón como fuente energética, el líder nipón afirmó que «cada país debe afrontarlo en el curso de sus respectivos caminos hacia las cero emisiones, según sus circunstancias nacionales».

Japón «tiene previsto poner fin a la construcción de nuevas plantas domésticas» de combustión de carbón, dijo Kishida.

El plan del país para 2030 incluye reducir hasta el 19 % del mix energético el uso de las plantas térmicas de carbón, por debajo del porcentaje superior al 30 % de 2020.

 

 

 

 

 

 

 

 

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