Los Ángeles (EE.UU.), 23 mar (EFE).- La categoría de mejor dirección, la más importante de los Óscar tras la de mejor película, cuenta este año con una clara favorita para alzarse con la estatuilla de la Academia de Hollywood: Jane Campion («The Power of the Dog»).
Campion se disputará este galardón con Steven Spielberg («West Side Story»), Paul Thomas Anderson («Licorice Pizza»), Kenneth Branagh («Belfast») y Ryûsuke Hamaguchi («Drive My Car»).
JANE CAMPION, ¿LA TERCERA MUJER EN GANAR EL ÓSCAR DE DIRECCIÓN?
La neozelandesa (Wellington, 1954) lidera todas las apuestas para alzarse con el Óscar a mejor dirección por su película «The Power of the Dog», que le haría volver a recoger una estatuilla 28 años después de «The Piano».
Entonces, Campion ganó el premio en la categoría de mejor guion original; ahora, además del galardón de mejor dirección, se postula a recoger el de mejor película y mejor guion adaptado.
«The Power of the Dog», la cinta más nominada de la 94 edición de los Óscar con 12 candidaturas, será previsiblemente la gran triunfadora de la noche, con su directora a la cabeza.
Campion llega a los Óscar con una trayectoria impresionante. Comenzó ganando el León de Plata de la Mostra de Venecia a la mejor dirección y su labor fue premiada en los Critics Choice, en los reputados Bafta británicos, en los Globos de Oro o en los Directors Guild of America.
La realizadora ha llevado con atinada precisión a la gran pantalla esta adaptación de la novela homónima que escribió allá por 1967 el estadounidense Thomas Savage.
Una historia ambientada en 1925 y que cuenta la historia del vaquero Phil Burbank (Benedict Cumberbatch) y sus sentimientos hacia su hermano George (Jesse Plemons), la nueva esposa de éste (Kirsten Dunst) y su hijo (Kodi Smit-McPhee), una vez que deciden mudarse juntos al rancho familiar.
Los cuatro intérpretes están también nominados por sus trabajos. Cumberbatch como actor protagonista y el resto en las categorías de reparto. Todo un logro que se achaca a la excelente labor de Campion como directora.
La neozelandesa consiguió en 1994 ser la segunda mujer en la historia de los Óscar en ser nominada a mejor dirección tras Lina a Wertmüller, por «Pasqualino Settebellezze» (1976), pero sería Kathryn Bigelow la primera en llevarse la estatuilla por «The Hurt Locker» (2009).
El año pasado, Chloé Zaoe se convirtió en la segunda en lograrlo, por «Nomadland». Y en esta edición, Campion puede unirse a un podio que pudo haber estrenado hace casi 30 años y que culminaría una trayectoria no muy cargada de trabajos pero con títulos tan significativos como los de «The Piano», «Holy Smoke» (1999) o «Bright Star» (2009).
STEVEN SPIELBERG HARÁ VALER EL MUSICAL
Ante el presumible triunfo de Campion, la crítica y los expertos de Hollywood coinciden en que el único que le podría arruinar la noche es Steven Spielberg, por su remake de un título mítico, «West Side Story».
Esta segunda adaptación cinematográfica del famoso musical de 1957 ha granjeado a Spielberg su decimonovena nominación al Óscar, de las que solo tres se han traducido en premios: mejor película y mejor director con «Schindler’s List» (1993), y mejor director con «Saving Private Ryan» (1998).
Pese a ser uno de los directores más reputados y más poderosos de las últimas décadas, la relación de Spielberg con la Academia de Hollywood está llena de desencuentros y parece que esta edición será un nuevo episodio de esa tensión.
Y ello pese a la gran recepción del público a su nueva y espectacular versión de las peleas entre los Jets y los Sharks en el Nueva York de los años cincuenta del siglo XX.
PAUL THOMAS ANDERSON Y KENNETH BRANAGH, EN BUSCA DEL ÓSCAR
Paul Thomas Anderson («Licorice Pizza») y Kenneth Branagh («Belfast») acumulan, respectivamente, once y ocho nominaciones al Óscar en distintas categorías, pero hasta ahora no han podido sumar ninguna estatuilla a sus brillantes trayectorias.
Anderson es el responsable de «Licorice Pizza», que narra la transición de la adolescencia a la vida adulta de dos jóvenes enamorados en el californiano Valle de San Fernando (EE.UU.) en 1973.
El filme es candidato en los apartados de mejor película, mejor guion original y, por supuesto, mejor dirección, labor por la que Anderson ya estuvo nominado en 2008 por «There Will Be Blood» y en 2018 por «Phantom Thread».
Es un realizador de culto, admirado por muchos y que da un giro a su trabajo en cada proyecto, pero que siempre se ha topado con rivales incontestables en los Óscar.
Por su parte, Branagh dirige «Belfast», su película más personal. Un relato semiautobiográfico sobre un niño de 9 años (él) criado en una familia de clase trabajadora norirlandesa que ve cómo su comunidad pasa de la cordialidad a la violencia a finales de la década de los sesenta.
Este emotivo drama tiene siete nominaciones y está muy bien posicionado en la carrera al Óscar en la categoría de mejor guion original, también obra de Branagh.
Pero no parece tener muchas opciones en el premio a mejor dirección, al que ya optó en 1990 por «Henry V».
RYUSUKE HAMAGUCHI, LEJOS DEL ÉXITO DE «PARASITE»
Ryusuke Hamaguchi dio la sorpresa en las nominaciones a los Óscar con «Drive My Car» al colarse en la terna de cinco finalistas por delante de nombres que se daban por seguros como Guillermo del Toro («Nightmare Alley») y Adam McKay («Don’t Look Up»).
El cineasta japonés busca consolidarse en Hollywood con este drama que adapta un relato de Haruki Murakami y que cuenta la historia de Yusuke Kafuku, un actor de teatro con problemas personales que acepta montar una nueva obra y que comparte profundas conversaciones con su chófer.
Pero pese a sus valores y al gusto por el cine oriental que se ha despertado en Estados Unidos, se antojan muy escasas las posibilidades de Hamaguchi de repetir el Óscar a mejor dirección que consiguió el surcoreano Bong Joon Ho por «Parasite» hace dos años.
Guillermo Azábal