IX Cumbre de las Américas: compromiso por la eficiencia democrática en Latinoamérica contra la emigración

 

Por: Luis A. Villarreal P.

Sin duda que la IX Cumbre de las Américas [en Los Ángeles, Cal. 6-10/Jun.22] ha sido un foro de compromiso con la democracia. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, según sus propias palabras inaugurales como anfitrión, pidió ‘cooperación y un enfoque renovado en la democracia’, expresando:

“Volvamos a unirnos y renovemos nuestra convicción de que la democracia no solo es el rasgo definitorio de la historia americana, sino un ingrediente esencial de los futuros americanos”.

Aunque pocos —con soterrados intereses pseudo socialistas consabidos— quisieron hacer ver, sin éxito, el fracaso del acto, más que por los ‘no invitados’ impulsados por el complejo antiestadounidense, todo terminó según los propósitos del país sede.

Que bueno que Estados Unidos ‘se haya dado el lujo’ de ‘no invitar’ a los chicos malos del continente [de Cuba, Nicaragua y Venezuela], y evitar que esos rebeldes de causa antipolítica cogieran cámara para culpar al gran país del norte de las calamidades que sufre toda la región, sin comentar siquiera la incapacidad de gobiernos que muy poco o nada hacen por el bienestar de sus respectivas naciones que adolecen de políticas verdaderamente democráticas, razón por la que huyen en caravanas de sus territorios.

Tampoco quiere decir que el presidente Biden haya actuado correcta y eficazmente en función de valores democráticos, no.   Es de creer que el residente de la Casa Blanca no pudo utilizar sus guantes de seda para hacer del máximo evento continental un verdadero acto ‘inclusivo’, correspondido con la blanda ‘doctrina’ del Partido Demócrata hacia los renegados del continente, prosélitos del castrismo anti USA, y permisivos de la penetración imperial rusa y china.

El presidente Biden también se abstuvo de invitar a Juan Guaidó —’Presidente Interino’, cuestión que refresca al cuestionado de Miraflores, a los no invitados, y a quienes en el evento echaron de menos a los dictadores; y por supuesto, frustró la excelente oportunidad a Guaidó de reivindicar la lucha por el rescate de la democracia venezolana, y de invitar al continente entero a cerrar filas en torno al deseo de los venezolanos que quieren reencontrarse y hacerse responsables de su propio país.

Hay observancia sobre el proceder de Biden, y habrán consecuencias electorales en EUA si ‘no puede’ evitar que las dictaduras se fortalezcan y continúen per secula seculorum sojuzgando a sus connacionales y socavando la democracia continental.

De los ausentes —presidentes de Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras… — descolló el presidente de México, López Obrador, que sin tapujos hizo lo posible por boicotear el encuentro continental, al considerarlo ‘no inclusivo’, solidarizándose a pleno día con los regímenes transgresores de derechos humanos.

Pero López Obrador, estirando sus explicaciones populistas y antiestadounidenses, dejó escurrir su retórica al comprobar el fracaso de su boicot y chantaje, al decir :  «… estamos en la Cumbre bajo protesta, por la no inclusión…».

Destacó la postura del presidente colombiano, Iván Duque, que ante la prensa aseveró que su solidaridad con la lucha venezolana por volver a los cauces democráticos continuará hasta el fin.

Cuestionables los presidentes Gabriel Boric [Chile], Alberto Fernández [Argentina], entre otros, quienes se atrevieron a criticar al gobierno estadounidense por su decisión de no invitar a los desafectos y  proscritos de la democracia americana.  En el caso de Fernández fue extremo al solicitar establecer normas para que el país en su carácter de anfitrión no se tome la atribución de excluir países que ‘naturalmente’ son parte del foro, a pesar de todo.

Con anticipación, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se había mostrado contrario a los esfuerzos de EUA por la Cumbre, además de que se ha declarado acérrimo enemigo de la OEA, a la que califica de ‘Ministerio de las colonias de Washington’, por lo que «no tiene razón de ser».  Como se ve, este señor está resteado con quienes prefieren acabar con las instituciones civilizadas, cualesquiera que estas sean.

Pedro Castillo [folclórico presidente de Perú], fue a lo más hondo ‘arengando’ que América para los ‘peruanos’, desquitándose con sesgada interpretación de la Doctrina Monroe, acusando a Estados Unidos de intervencionista y expansionista.

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, pese a sus vínculos con Donald Trump, aseguró que se sintió súper bien en los diálogos con Biden, sobre todo respecto a la Amazonía, por la que se le endilga complacencias y daños al permitir desplazamientos indígenas para dar uso agropecuario y maderero a un área ecológica protegida por ser pulmón verde del planeta.

Bajo la premisa de que los retos y soluciones han de ser compartidos, se llegaron a los acuerdos finales, principalmente sobre el álgido problema de la emigración desde unos países a otros —masiva hacia EUA—, flagelo en el que se han enquistado mafias poderosas que hacen posible la emigración e inmigración ilegales.

El foro concluyó —pese a las ausencias y críticas— en unidad, según la ‘Declaración de Los Ángeles’, que asume como prioridad el compromiso de contener la ‘migración’, entre otros aspectos relevantes. Fue firmada por:  Argentina, Barbados, Belice, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Chile, Guatemala, Honduras, El Salvador, México y Estados Unidos.

Más importaron los ajetreos en la realización de la Cumbre, el reconocimiento a quienes sí hacen su trabajo por la democracia y siguen el liderazgo de EUA como potencia que debe seguir al frente de las expectativas americanas.

 

 

 

 

 

 

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