El gobierno del presidente Iván Duque retiró todos los beneficios que su antecesor había dado al ELN para poner en marcha el proceso de paz con esa guerrilla y pidió a Cuba capturar a los 10 negociadores que se encuentran en ese país y entregarlos a las autoridades colombianas. Aunque Duque no habló de una “ruptura” de las negociaciones de paz con el ELN, desde el punto de vista fáctico estas quedaron sin piso ante la decisión del mandatario de suspender el levantamiento de las órdenes de captura en su contra. “Esto significa la terminación inmediata de todos los beneficios otorgados a ellos en el pasado por el Estado y la activación de las circulares rojas de la Interpol”, notificó el presidente.
No se conoce la respuesta de La Habana
La terminación de todos esos “beneficios otorgados a ellos (los negociadores del ELN) en el pasado”, como lo dijo el Presidente, estaría implicando inclusive los protocolos acordados por el gobierno anterior con Cuba en caso de terminación del proceso. Esos protocolos hablarían de que, en caso de darse por terminado el proceso, los negociadores contarían con el respaldo de un país amigo para su movilización. En su discurso, el Presidente no tuvo en cuenta ese asunto protocolario y lo que pidió fue “hacer efectivas las capturas de los terroristas que se encuentran en su territorio y entregarlos a las autoridades policiales colombianas”.
La comisión negociadora del ELN que se encuentra en Cuba está conformada por Pablo Beltrán, Aureliano Carbonell, Silvana Guerrero, Manuel Martínez, Alirio Sepúlveda, Isabel Torres, Consuelo Tapias, Tomás García, Viviana Henao y Óscar Serrano. Todavía no se conoce la respuesta de La Habana al pedido del gobierno colombiano. Y no se sabe tampoco si los diez miembros del ELN que viajaron desde finales del año pasado a la capital cubana para atender las negociaciones aún están en ese país. Como si advirtiera el riesgo de que los negociadores del ELN fueran a otro país, Duque advirtió que denunciará “a cualquier Estado que brinde respaldo o permita la presencia de miembros de este grupo en su territorio”.
Ultimátum: Basta ya, señores del ELN
Visiblemente contrariado por las acciones criminales de esa guerrilla, Duque pareció dar un ultimatum: “Basta ya, señores del ELN. Basta ya de muertos, basta ya de secuestros y de atentados contra el medio ambiente. Colombia les dice: Basta. En su intervención por televisión (la segunda en dos días sobre el tema) dijo que nada justifica hechos criminales como el carro bomba contra la escuela de la Policía General Santander.
“No existe ninguna ideología ni causa que justifique la sevicia de ayer contra la juventud colombiana, que justifique el asesinato de otro ser humano, que justifique las extorsiones y otros delitos como el ecocidio perpetrado por décadas en nuestro país. No hay justificación alguna para contaminar el suelo colombiano con el equivalente a los más graves derrames de petróleo de la historia”, aseguró.
Y puso a Colombia en el contexto de lo que otros países han sufrido con el terrorismo, recordando que el éxito en esas experiencias es que no ha habido vacilación ni del Estado ni de la sociedad contra los autores de esos atentados. “En Bogotá los criminales atentaron contra jóvenes estudiantes con ganas de servirle a nuestro país. Un dolor similar experimentaron en el pasado Madrid, Nueva York, París, Londres, Buenos Aires y otras tantas sociedades que encontraron en la unidad y en la contundencia la mejor línea de defensa contra el terror”, afirmó.
“Unidad y contundencia”, dos palabras que el Presidente ha repetido en varias oportunidades desde que el pasado jueves el ELN acabó con las vidas de 21 personas y dejó heridas a casi un centenar. Según Duque “para toda Colombia es claro que el ELN no tiene ninguna genuina voluntad de paz”.