Jerusalén, 15 sep (EFE).- A partir de esta tarde y hasta mañana por la noche Israel interrumpió prácticamente toda su actividad en ocasión del Yom Kipur, el Día del Perdón, la jornada más sagrada del año para el judaísmo.
Son 25 horas en las que el país no solo cierra sus fronteras sino que también se interrumpen las transmisiones de radio y televisión, toda la actividad pública y comercial, y casi no circulan vehículos por las calles.
Además, buena parte de la población judía de Israel respeta el día de ayuno que acompaña a esta jornada introspectiva, durante la cual no solo no comen ni beben sino que muchos tampoco se duchan, no utilizan dispositivos electrónicos ni tienen relaciones sexuales.
A la larga lista de sitios que permanecerán cerrados se suman este año los centros que realizan pruebas de coronavirus, que recién volverán a operar mañana por la noche. Debido a esto, durante el día de hoy se registraron largas filas en algunos de los últimos centros de pruebas abiertos antes del comienzo de la jornada sagrada.
Esta tarde cientos de personas se congregaron también en el Muro de las Lamentaciones, el sitio más sagrado para el judaísmo y ubicado en la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde realizaron el rezo previo al Yom Kipur.
Esta ocasión del Día del Perdón, que tiene lugar en un Israel con altas cifras de contagios de coronavirus pero con escasas restricciones vigentes, permitirá así a los fieles llevar a cabo las ceremonias religiosas con mayor normalidad que el año pasado, en el que coincidió con un estricto cierre y fuertes restricciones de movimiento.
Por otra parte, este Yom Kipur llega en un marco de elevada tensión en la zona, donde esta semana se registraron tanto intercambios de fuego con la Franja de Gaza como ataques de palestinos contra israelíes, tanto en Cisjordania ocupada como en territorio israelí.
Este repunte de violencia comenzó la semana pasada con la fuga de seis prisioneros palestinos de una cárcel israelí de alta seguridad. Si bien cuatro de ellos fueron capturados, otros dos continúan prófugos y cuentan con un amplio apoyo de la población palestina, que se ha manifestado en numerosas ocasiones en apoyo de los reos.
Debido a esto, y para evitar posibles ataques durante esta jornada, 2.000 policías fueron desplegados hoy en Jerusalén y múltiples puestos de control fueron montados en los alrededores de la Ciudad Vieja.