Isnotú: El Corazón de la Gratitud Trujillana | Por: Helder Duran

 

Por Helder Duran

Llamado a la Fiesta del Dr. José Gregorio Hernández Cisneros

El estado Trujillo se prepara para una fecha histórica y emotiva. Este 26 de octubre, se conmemoran los 161 años del nacimiento del Dr. José Gregorio Hernández Cisneros en su natal Isnotú. Este año, sin embargo, la celebración adquiere un significado trascendental: será la primera gran fiesta de San José Gregorio Hernández Cisneros tras su histórica canonización.

La asistencia masiva de los trujillanos no es solo un acto de devoción; es una poderosa y necesaria muestra de gratitud y afirmación de identidad regional ante el mundo.

 

La Canonización: Un Regalo para Trujillo y Venezuela

La elevación del «Médico de los Pobres» a la santidad por parte de la Iglesia Católica es el culmen de una devoción popular que ha trascendido fronteras y generaciones. Para Trujillo, y especialmente para los trujillanos, este logro resuena con una intimidad especial. José Gregorio Hernández es un hijo insigne, cuya vida de servicio, humildad y fe se forjó en las montañas andinas.

Su canonización no solo valida la fe de millones, sino que también posiciona a Isnotú y a Trujillo como un epicentro de peregrinación y fe a nivel mundial. Acudir a la celebración del 26 de octubre es reafirmar la cuna del santo y asumir la responsabilidad de ser los custodios de su legado terrenal.

 

Más que una Fiesta: Afirmación de Identidad y Legado

La presencia masiva de los trujillanos en Isnotú el 26 de octubre es fundamental por varias razones:

1. Muestra de Gratitud Histórica:

Es la oportunidad de agradecer visiblemente el «milagro» de su canonización. La asistencia es la voz colectiva que dice: «Gracias, San José Gregorio, por tu intercesión y por llevar el nombre de Trujillo al altar universal». Una multitud congregada es un testimonio palpable de la fe que impulsó el proceso de santificación.

2. Legado para las Nuevas Generaciones:

Participar en esta primera fiesta oficial como santo es sentar un precedente. Es mostrar a los niños y jóvenes trujillanos, y a todo el país, que la humildad, la ciencia y la fe del santo son valores vivos y que su historia es un motivo de orgullo regional. La devoción debe ser visible para ser transmitida.

3. Impulso a Isnotú y a la Región:

La afluencia de peregrinos tiene un impacto positivo directo en la economía, la infraestructura y el desarrollo social de Isnotú y sus alrededores. Una celebración exitosa y multitudinaria es la mejor carta de presentación para atraer el turismo religioso nacional e internacional, generando oportunidades para la gente de Trujillo.

4. Unidad y Fe Colectiva:

En un contexto social complejo, congregarse en Isnotú es un acto de unidad que trasciende las diferencias. Es un momento para que el pueblo trujillano se encuentre bajo el manto de su santo, fortaleciendo lazos comunitarios y renovando la esperanza. La fe compartida en la tierra que lo vio nacer es una fuente de fortaleza espiritual colectiva.

 

El Compromiso Trujillano

La celebración de este 26 de octubre no es solo un aniversario; es el inicio de una nueva era para la devoción al santo. El llamado es a acudir con orden, fe y espíritu cívico, honrando la sencillez y el respeto que caracterizaron al Dr. Hernández.

Trujillo tiene una cita con su historia y su fe. Que la tierra de los Andes resuene con la alegría de saberse la cuna de un santo. *¡Que Isnotú se desborde de trujillanos!* Es hora de mostrar al mundo el fervor, el respeto y la profunda gratitud de un pueblo que celebra a su santo: San José Gregorio Hernández Cisneros.

 

 


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