Irán trata de impulsar su industria turística con exenciones de visas e “influencers”

Una mujer posa para una fotografía frente al eslogan de la campaña turística oficial del país "Majestuoso Irán. Una experiencia diferente", en la Exposición Internacional de Turismo de Teherán el 12 de febrero de 2024. Irán trata de impulsar su industria turística con exenciones de visas a 32 países y la contratación de una veintena de 'influencers' extranjeros para que ayuden a remontar un sector golpeado por la mala imagen del país, el covid y las protestas de 2022. EFE/Jaime León

Teherán, 14 feb (EFE).- Irán trata de impulsar su industria turística con exenciones de visas a 32 países y la contratación de una veintena de “influencers” extranjeros para que ayuden a remontar un sector golpeado por la mala imagen del país, el covid y las protestas de 2022.

“Majestuoso Irán. Una experiencia diferente”, reza la campaña turística oficial del país, que hace hincapié en la milenaria historia persa y su riqueza cultural, pero que no está atrayendo al número de turistas extranjeros que esperaban las autoridades.

Así, unos 5,2 millones de turistas foráneos han visitado Irán en los primeros 10 meses de este año persa (que acaba en marzo), lejos de los 8,8 millones de 2019 -ejercicio anterior a la pandemia- y muy alejado del objetivo de 20 millones que se había impuesto el país para 2025.

La gran mayoría de esos turistas proceden de países vecinos, como Irak, Azerbaiyán, Afganistán, Turquía o Pakistán.

Una mujer camina frente a un cartel de promoción turístico en la Exposición Internacional de Turismo de Teherán el 12 de febrero de 2024. Irán trata de impulsar su industria turística con exenciones de visas a 32 países y la contratación de una veintena de ‘influencers’ extranjeros para que ayuden a remontar un sector golpeado por la mala imagen del país, el covid y las protestas de 2022. EFE/Jaime León

 

Abrir el país

Para impulsar la llegada de turistas, las autoridades iraníes eliminaron este mes el requisito de solicitar visas para visitas de hasta 15 días para los ciudadanos de 32 países, entre ellos India, Japón, Brasil, Perú, Cuba, México o Bosnia.

“El Gobierno tiene la intención de abrir el país al mundo”, afirmó el ministro de Turismo del país persa, Ezzatollah Zarghami, cuando se hizo público el plan destinado a revitalizar una industria que aún no se ha recuperado de la pandemia de covid.

“El programa (de exención de visas) tiene como objetivo impulsar una nueva era en el desarrollo del turismo en Irán, un nuevo capítulo de prosperidad y desarrollo turístico que ponga fin a la propaganda negativa sobre Irán y la iranofobia”, aseguró Zarghami.

Y es que la “iranofobia” es un de los motivos que esgrimen las autoridades iraníes para la mala prensa del país en Occidente, una imagen que empeoró tras la muerte en septiembre de 2022 de Mahsa Amini bajo custodia policial tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.

La muerte de Amini desató meses de protestas al grito de “mujer, vida, libertad” en las que jóvenes iraníes pedían libertades y el fin de la República Islámica, y que se apagaron tras la muerte de unos 500 manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad.

En los siguientes meses se cancelaron el 90 % de los tours turísticos procedentes del extranjero, según informó entonces la Asociación de Transporte Aéreo y Agencias de Turismo de Irán.

Los turistas europeos y anglosajones apenas han vuelto a pisar suelo iraní desde entonces, donde además en ocasiones las autoridades detienen a occidentales como medida de presión o para el intercambio de prisioneros con otros Estados, según denuncian grupos de derechos humanos.

“Nosotros no nos dedicamos a traer turistas por los riesgos que creemos que existen para traer a extranjeros a Irán”, dice a EFE un miembro de una agencia que se dedica al turismo de iraníes a países europeos.

Así, más allá de su vecindario, la mayoría de turistas llegan ahora de países “amigos”, como China o Rusia.

“Ahora solo vienen chinos”, cuenta a EFE un guía turístico en la Exposición Internacional de Turismo de Teherán que se celebra en la capital iraní.

El guía explica que antes de la pandemia y las protestas tenía grupos de turistas de países desarrollados todos los meses procedentes de Alemania, Suecia, Canadá o Japón, con un alto poder adquisitivo.

Para hacer frente a la mala imagen del país, las autoridades iraníes han contratado a 20 “influencers” de Brasil, China y Malasia que publicarán contenidos de viajes en sus canales de Youtube e Instagram, redes sociales censuradas en Irán, alabando las bonanzas del país persa.

Principios islámicos

A pesar de la anunciada “intención de abrir el país al mundo”, el plan tiene límites, límites islámicos en concreto.

“Algunos ponen excusas y dicen que hay que revisasruna serie de principios para impulsar el turismo”, dijo recientemente el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, en un discurso acerca de esta industria.

“Es un comentario equivocado. La República Islámica de Irán tiene suficientes atracciones, incluida una antigua civilización, para atraer turistas mientras se adhiere a sus principios y cultura islámicos”, aseguró Raisí.
Jaime León

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