Irán culpa a los opositores y a Israel durante el funeral del científico asesinado

Teherán, 30 nov (EFE).- Irán despidió este lunes con honores a su principal científico nuclear Mohsen Fajrizadeh, de cuyo asesinato culparon, además de a Israel, al grupo opositor en el exilio Muyahidin al Jalq.

Las investigaciones han permitido, según el Ministerio de Inteligencia, empezar a identificar a «los elementos terroristas» detrás de un asesinato que ha conmocionado al país y elevado la tensión regional.

«Es seguro que los ‘Monafeghin’ tuvieron un papel en este incidente y el elemento criminal detrás de él fue el régimen sionista (Israel) y el Mosad», aseguró por su parte el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjaní.

«Monafeghin» es el término que usan las autoridades iraníes para referirse al grupo Muyahidin al Jalq, integrado en el opositor Consejo Nacional de Resistencia de Irán, con sede en París y designado como terrorista por Teherán.

Fajrizadeh, que según Occidente e Israel dirigió el antiguo programa secreto iraní para desarrollar armas atómicas, murió el pasado viernes en una emboscada a las afueras de Teherán, convirtiéndose en el quinto científico nuclear asesinado en una década en el país.

 

UNA OPERACIÓN «MUY COMPLEJA»

Según Shamjaní, citado por la televisión estatal, «la operación fue muy compleja y se realizó de modo remoto con equipos electrónicos»: «Nadie estaba en la escena», explicó.

Tras el asesinato, el Ministerio de Defensa informó de que hombres armados habían disparado contra el vehículo del científico y habían hecho estallar un coche, pero en esta jornada ha cambiado la versión oficial de los hechos.

Antes de la confirmación de Shamjaní, la agencia semioficial Fars apuntó que el asesinato se efectuó mediante armas automáticas colocadas en un vehículo y activadas por control remoto, sin que hubiera presencia de asaltantes humanos.

Al parecer, el vehículo usado en el ataque, cuyo dueño abandonó Irán el pasado 29 de octubre, fue a continuación detonado para borrar pruebas.

El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional comentó asimismo que la inteligencia de Irán sabía que Fajrizadeh iba a ser blanco de un ataque y tenía información incluso del lugar en el que podría ocurrir.

Aunque «se hicieron los refuerzos necesarios para su protección», el responsable reconoció que «el enemigo utilizó un estilo y método completamente nuevo, profesional y especializado en este asesinato», logrando su objetivo.

De acuerdo a Shamjaní, hacía dos décadas que el científico estaba en el radar de «los enemigos» y en el pasado se frustraron intentos de asesinato contra su persona.

 

Irán

 

FUNERAL CON HONORES DE «MÁRTIR»

El también jefe de la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa fue enterrado en esta jornada en un santuario del norte de Teherán. Su féretro fue cubierto con la bandera iraní y con flores.

Debido a las restricciones por la COVID-19, el funeral se celebró con un limitado número de personas, principalmente familiares y altos mandos del Ejército y de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de élite al que perteneció el difunto.

El lugar elegido para su entierro fue el santuario Imamzadeh Saleh, donde también reposan los restos de Mayid Shahriarí, otro científico nuclear asesinado en 2010 por el Mosad, el servicio de inteligencia de Israel, según la versión iraní.

Las honras fúnebres por el científico, calificado de «mártir», comenzaron ayer, cuando su cuerpo fue trasladado a las ciudades santas de Mashad y Qom, en peregrinaje a los mausoleos del octavo imán chií Reza y de su hermana Fatemeh Masumeh.

También hubo una ceremonia en el mausoleo del fundador de la República Islámica de Irán, el ayatolá Ruholá Jomeiní, en Teherán, y en el propio Ministerio de Defensa, donde los asistentes volvieron a clamar venganza.

 

CASTIGO A LOS CULPABLES

El ministro de Defensa, Amir Hatamí, aseguró hoy que Irán, tal y como ha ordenado el líder supremo, Alí Jameneí, perseguirá a los autores del asesinato de Fajrizadeh: «Deben saber que serán castigados por sus acciones».

«Ningún crimen, ningún asesinato ni ningún acto estúpido quedará sin respuesta por parte de la nación iraní. Definitivamente, perseguiremos a los criminales hasta el final», aseveró.

En su discurso, Hatamí también destacó que «el vicioso asesinato convirtió al científico iraní en un modelo a seguir para los jóvenes iraníes» y que se continuará su legado duplicando el presupuesto de la Organización de Investigación e Innovación que dirigía.

En el funeral, también estuvo presente el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salamí, quien advirtió que «el castigo de los autores es seguro».

«Los enemigos deben esperar nuestra respuesta; nosotros determinamos el momento, el lugar y la naturaleza de la misma», apostilló.

Irán debe calcular bien la represalia por el magnicidio si quiere evitar un posible conflicto y el fin del histórico acuerdo nuclear de 2015, ahora que las perspectivas eran más halagüeñas con la victoria del demócrata Joe Biden en Estados Unidos.

Aunque Teherán se ha centrado en responsabilizar a Israel de lo sucedido, también ha apuntado a EE. UU. Sin embargo, ninguno de los dos países se ha pronunciado sobre una eventual implicación en la muerte del controvertido científico.

Marina Villén

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