La casa de bolsa estadounidense Interactive Brokers dijo a sus clientes que solo permitirá la venta de posiciones en bonos venezolanos, días después de que el presidente Donald Trump impuso sanciones financieras contra el gobierno de Nicolás Maduro, informó Reuters en su página web.
Hace una semana, Estados Unidos prohibió a firmas de ese país negociar nuevos bonos que emita el gobierno de Venezuela. Interactive fue más allá de esa prohibición y anunció a sus clientes que no comprará ninguno de los títulos venezolanos que se negocian ya en el mercado.
“Usted tiene una posición en bonos venezolanos y le informamos que Interactive Brokers ha decidido ponerlos solo en posición de cierre”, indicó en un mensaje la compañía. La firma confirmó el mensaje enviado hace una semana y media.
Interactive Brokers es una de las casas de bolsa líderes en operaciones electrónicas, que por enfocarse más en el comercio de acciones y no de bonos del mercado emergente, prefirió no comprar más títulos venezolanos ya en circulación.
Otras firmas que operan en Estados Unidos también podrían estar limitando la adquisición de algunos títulos venezolanos de manera temporal, hasta comprender el alcance e implicaciones legales de las restricciones que aplicó Trump, agregaron las fuentes a Reuters.
Otras opciones más costosas de canje de títulos y oro, que venía negociando el equipo financiero de Maduro, tampoco se pueden concretar en adelante con empresas en Estados Unidos, indicó un reporte de la firma local Síntesis Financiera esta semana.
Antes de las medidas financieras de Estados Unidos, la banca de inversión Credit Suisse prohibió a sus unidades transar algunos títulos de deuda venezolanos y someter los negocios con Venezuela a la aprobación de su oficina de riesgo reputacional.
La medida buscaba evitar “involucrarse en una transacción o acción que pueda percibirse como una forma de permitir al actual gobierno de Venezuela continuar violando los derechos humanos de los venezolanos”, indicó un documento interno.
La Asamblea Nacional emprendió este año una campaña en círculos financieros como Wall Street para detener el financiamiento internacional a Maduro y encendió la polémica con sus críticas sobre operaciones de compra de bonos que hicieron Goldman Sachs y Nomura.