La movilidad interna que se genera hacia el estado Táchira, producto de la denominada migración pendular, que es aquella que acude a la ciudades fronterizas de la República de Colombia, para el cobro de remesas, compra de alimentos y medicamentos, o recibir atención médica, para luego retornar a Venezuela, ha cambiado radicalmente el panorama en el estado, principalmente en los municipio de frontera, por lo que Instituto Tachirense de la Mujer, realiza un monitoreo constante, así como atención a mujeres en situación de vulnerabilidad.
Beatriz Mora, Presidente del Intamujer, se traslado junto con su equipo de defensores estadales de derechos de la mujer y de la familia, por instrucciones de la Gobernadora Laidy Gómez, para verificar las condiciones del paso fronterizo, en especial por la presencia de gran cantidad de mujeres, así como de niños, niñas y adolescentes, por lo que de hace necesario la atención y actividades informativas a los fines de evitar situaciones de violencia en esta población, ya que pudieran ser víctimas de delitos sexuales, trata y tráfico de personas.
“Es impresionante la gran cantidad de personas que se trasladan a nuestro estado Táchira, para cubrir necesidades básicas en el vecino país, aunado a la poca capacidad de atención que tiene el Gobierno Nacional en los pasos fronterizos, lo que expone a las mujeres y a los niñas y niñas a situaciones indeseables por cualquier sociedad” indico la presidente de Intamujer.
En virtud de la evaluación realizada y observando la necesidad de la colectividad de los municipios fronterizos como Bolívar, Pedro María Ureña y Junín, el Instituto Tachirense de la Mujer, tiene planeado para el 2020 la creación de una Defensoría de Derechos de la Mujer en dicha zona, que permita atender a la población local, así como a las mujeres que se encuentran en movilidad por la frontera colombo-venezolana.
Para Mora, es necesario continuar con las campañas informativas en materia de derechos de la mujer y de los niños, niñas y adolescentes, así como generar programas preventivos y de atención para toda la zona fronteriza, ya que las formas de violencia que se están generando en el sector son particulares en razón de la movilidad interna y los procesos migratorios, donde aproximadamente el 51% de la población en tránsito son mujeres, de acuerdo a datos suministrados por investigaciones de Universidades de la región.