Intamujer alerta a padres: no acepten ofertas laborales para niñas y adolescentes fuera de Venezuela

Foto Referencial

No dejen ir a sus hijas a ofertas engañosas de trabajo afuera del país con la idea de que luego regresen. Ellas están saliendo, muchas con consentimiento de sus padres, creyendo que van a ir a trabajar y van a regresar con dinero o van a enviar dinero, alerta Beatriz Mora, presidenta de Instituto Tachirense de la Mujer.

 

“Al pasar de Venezuela a Colombia su hija va a desaparecer y va hacer esclavizada sexualmente, no va haber regreso y no van a enviar nada”, aseveró Mora, quien desde Intamujer viene observando nuevamente la migración de niñas y niños menores de edad con personas que no tienen parentesco.

 

En la última semana esta institución gubernamental regional comenzó a recibir a niños que viajaban solos desde Valencia, en estado de desnutrición. Ellos tenían como propósito llegar a Perú donde se encuentra su mamá.

 

Beatriz Mora mencionó el caso de varios de niños que iban en un grupo de 40 personas caminando el lunes en horas de la noche entre San Cristóbal y Capacho. A las personas les fue solicitada la documentación de los niños y no habían familiares entre ellos. Un hombre joven era el que viajaba con los niños y en todas las alcabalas los dejaron pasar.

 

“Cómo un hombre que no es familiar de los niños puede trasladarlos con la excusa de que los va entregar en Colombia a las madres o lo va llevar a Perú u otro país”, razonó.

 

Desde el 2017 Intamujer registra que las adolescentes venezolanas están siendo llevadas a otros países para venderlas con fines de explotación sexual. Algunas personas desde Venezuela han sido detenidas por participación en el delito de trata de personas, entre ellos funcionarios policiales que se supone son los responsables de cuidar a los ciudadanos, expuso la representante de Intamujer.

 

“¿Cómo pasan niños solos o adolescentes solas, o personas con niños que no son parte de su familia, desde Valencia, cuántas alcabalas tienen que cruzar?”, se preguntó.

 

Alertó que los niños corren el riesgo de ser vendidos para pedofilos, que en la mayoría de los casos buscan a sus víctimas a través de las redes sociales.

 

Gran parte de los menores de edad que viajan solos o con desconocidos, son detectados en territorio tachirense, señaló Mora, sin un fin determinado de su viaje.

 

Adolescentes son esclavizadas como “pollitas”

 

Intamujer registró el hallazgo de adolescentes femeninas entre Cúcuta y San Antonio que pertenecían a muchos estados de Venezuela durante el mes de marzo cuando los venezolanos comenzaron a retornar y en Colombia se produjo la paralización de la economía por la crisis generada de la covid.

 

“Ellas manifestaban que estaban trabajando como pollitas, un nombre que se le da en prostitución de menores de edad. Estas niñas provenían de Barquisimento y Carabobo, que al iniciar la pandemia ya no las necesitaban porque generaban gastos y fueron rechazadas”.

 

Entre ellas rescataron a dos adolescentes de Valencia, una de Caracas, dos Barquisimeto y una de Aragua. Con edades comprendidas entre los 11 y los 15 años de edad que estaban siendo puestas a trabajar en diversas ciudades de Colombia.

 

Por ello alertan que estas menores de edad con esas edades están siendo potencialmente captadas nuevamente por las redes de explotación sexual, a través de las diversas redes sociales.

 

La mayoría de los caminantes son mujeres con niños

 

Beatriz Mora precisó que entre el flujo de caminantes que buscan salir de Venezuela se encuentra un importante número de mujeres con niños pequeños, que se arriesgan a tres y cuatro días de camino en las peligrosas vías nacionales.

 

“Una señora con cinco niños me decía: todo en Caracas y en Valencia está dolarizado, nadie te brinda una arepa, nadie te ayuda y cuando conseguimos algo de comida es para algunos de los niños, sin que puedan comer los más grandes. Ese es el mayor común denominador”, resaltó Mora.

 

Otro de los factores por los cuales las mujeres están tomando la iniciativa de huir es debido a la  violencia psicológica y hasta física, a las que han estado sometida en medio de cuarentenas estrictas que las obliga y las deja vulnerables con sus agresores, esposos o parejas, algunos hasta sin comida, señala la protectora de los derechos de las mujeres.

 

Y otro grupo de mujeres busca reunificar a sus familias con sus esposos e hijos que ya les espera en un tercer país.

 

Ante todo este panorama las mujeres venezolanas están en un grado de vulnerabilidad latente a la trata de personas como trabajos forzados a los que podrían ser obligadas ellas y sus propios hijos, así como explotación sexual infantil, argumentó Mora.

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