Caracas, 24 sep (EFE).- El cardenal venezolano y arzobispo emérito de Caracas Jorge Urosa Savino, fallecido el jueves a los 79 años, fue inhumado este viernes en la Catedral Metropolitana Santa Ana de la Arquidiócesis de Caracas.
La eucaristía fue presidida por el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, detalló la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en un comunicado.
En la misma, también participó el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica, Ignazio Ceffalia, quien leyó un telegrama del papa Francisco en el que se refirió a Urosa Savino como un «abnegado pastor que durante años y con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia».
Durante la homilía, el cardenal Porras subrayó que Urosa Savino «siempre contó con profunda convicción y predicó con vigor y esperanza».
Urosa Savino ingresó en una clínica de Caracas el pasado 27 de agosto, tras ser diagnosticado con covid-19, y un día después recibió los santos sacramentos, antes de ser ingresado en cuidados intensivos, según detalló la Arquidiócesis de Caracas el pasado 12 de septiembre.
El sacerdote había expresado en un comunicado publicado en las redes de la iglesia venezolana el mismo 12 de septiembre su deseo de que el país caribeño pueda salir de la crisis económica y social.
«Expreso mi gran afecto al pueblo venezolano y mi entrega absoluta a su libertad, a sus instituciones, a la defensa de los derechos del pueblo, frente a los atropellos que se hayan cometido por parte de los gobiernos nacionales», dijo en ese momento.
Nacido en Caracas el 28 de agosto de 1942, recibió su ordenación sacerdotal en 1967. Urosa Savino se convirtió en el quinto venezolano en haber sido «creado» cardenal.
Fue crítico de la gestión de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro y, a finales de 2019, pidió la «salida pacífica» del mandatario actual, al mismo tiempo que exhortó a la oposición a unirse y presentar un plan de acción al país para superar la crisis económica y social.