Incremento en la producción privada de azúcar cubre un tercio del consumo requerido

El gremio de cañicultores proyecta que este año los centrales privados muelan 2.950.000 toneladas de caña, equivalentes a 248.895 toneladas de azúcar. Fesoca asegura que políticas como la relajación de controles e imposición de impuestos y aranceles a productos importados han dado un respiro a la producción y calculan que este año podría aumentar 30 % más.

Por Alberto Torres

Caracas. “Con optimismo y buenas expectativas” toman los cañicultores el inicio de la zafra 2021-2022 luego de que en el período anterior, que culminó en agosto del año pasado, la producción privada de azúcar de caña en los centrales superó las 193.000 toneladas con más de 2,32 millones de toneladas de cañas molidas, el primer incremento anual en los últimos tres años.

Las cifras estimadas por la Federación Nacional de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca) revelan que, respecto a la zafra 2019-2020 que estuvo marcada parcialmente por la pandemia, el aumento de la producción fue de 19 % y para este año, de mantenerse y/o mejorarse las condiciones que impulsaron el incremento, esperan cerrar con un 30 % adicional (248.895 toneladas).

José Ricardo Álvarez, presidente de Fesoca, destacó el efecto que tuvieron las reuniones con entes gubernamentales para acceder a combustible y operar tanto en campo como en fábrica, así como las políticas arancelarias, como IVA e impuestos aduanales, que fueron aplicadas a los azúcares importados.

Desde 2018 el gobierno de Nicolás Maduro permite la libre importación y los productores denuncian que la medida genera “competencia desleal” pues generalmente llegan con precios inferiores a los que se fabrican en el país.

La decisión consensuada de “proteger” la producción nacional de azúcar, aseguran los cañicultores, ha llevado a que la actividad ahora abarque entre 30 % y 40 % del consumo en el país. El productor Juan Gabriel Guédez, presidente de la Sociedad de Cañicultores del estado Portuguesa (SOCA-Portuguesa) resalta que, de mantenerse los aumentos anuales de 20 % en la producción, en dos años se podría abastecer al total del mercado.

De acuerdo con las últimas cifras del Instituto Nacional de Nutrición (INN), hasta 2014 el consumo solamente de azúcar refinadp era de 21,6 kg per cápita al año, equivalente a un aproximado de 691.200 toneladas. En 2021 la Confederación de Productores Agropecuarios (Fedeagro) estimaba en 770.000 toneladas el consumo total de azúcar en el país y ya alertaban sobre una disminución significativa respecto a décadas atrás cuando llegó a superar el millón de toneladas.

La crisis económica y social que atraviesa Venezuela desde hace, al menos, ocho años hundió el consumo y el gasto en alimentos de los hogares en mínimos históricos. Desde 2013 la economía nacional se contrajo más de 70 % y apenas el año pasado empezó a mostrar signos de incipiente recuperación en ciertos sectores, entre ellos la producción agrícola.

Hasta 2019 el Ministerio de Agricultura y Tierras estimaba en 4.380.304 toneladas la producción nacional de caña de azúcar, una caída de 50 % respecto a lo que se produjo diez años atrás. Los cañicultores aseguran que las políticas de liberalización de precios y relajamiento de controles han representado un alivio para el sector desde hace tres años, puesto que se ha normalizado, por ejemplo, el acceso a insumos y la fijación de costos de producción.

Fesoca calcula entre $2300 y $3800 el costo de producción por hectárea de caña de azúcar tomando en cuenta gastos como siembra, resiembra, riego, transporte, entre otros costos directos e indirectos. El costo promedio por tonelada de caña lo ubican en $37 y el de tonelada de azúcar en $452,37.

Ante ello, el gremio pide que las autoridades autoricen el precio a puerta de fábrica de $1,08 por kg (actualmente se ubica entre $0,80 y $0,90 por kg), lo que según sus estimaciones pondría el precio al consumidor en $1,18 por kg. En el mercado municipal de Quinta Crespo, por ejemplo, el kilo de azúcar refinado se vende entre $1,20 y $1,50 al menos desde finales de 2020, mientras que en cadenas de supermercado el precio promedio es de $1.

 

Fuente: Crónica Uno

 

 

 

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