Los Ángeles, 15 may (EFE).- Los impuestos a las remesas se perfilan como un arma más de los republicanos en EE.UU. contra los inmigrantes indocumentados con al menos dos proyectos de ley, que de aprobarse, según activistas consultados por EFE, impulsarían más la inmigración hacia el país y serían catastróficos para países latinoamericanos empobrecidos.
La propuesta ‘Gran y Hermoso Proyecto de Ley’, presentada esta semana por los republicanos para su evaluación en La Cámara de Representantes, incluye un impuesto especial del 5 % a las remesas.
También espera ser debatido en la Cámara Baja el proyecto de ‘Ley de Inversión en Seguridad Fronteriza’ que plantea un cobro del 37 % sobre las transferencias de dinero enviadas a los cinco países cuyos ciudadanos o nacionales tuvieron el mayor número de entradas ilegales a Estados Unidos.
«En lugar de mejorar el panorama de la inmigración indocumentada, estas propuestas lo van a empeorar. Estos legisladores republicanos no tienen en cuenta la raíz del problema, que en la mayoría de casos es la pobreza», dijo a EFE Juan José Gutiérrez, director de la Coalición de los Derechos Plenos para los Inmigrantes.
El activista de origen mexicano indica que la imposición de alguno de los impuestos propuestos a las remesas, incluso el del 5 %, afectará a regiones de por sí ya empobrecidas en toda Latinoamérica.
«Esto va a causar un efecto contrario, si las familias ya no reciben el dinero suficiente para subsistir van a verse obligadas a seguir el camino de sus seres queridos que ya viven en Estados Unidos», subrayó.
La directora de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (ASOSAL), Teresa Tejada, pronostica una «catástrofe» para las economías de países centroamericanos si se aprueba alguno de estos impuestos.
Las remesas familiares de la diáspora de Centroamérica en EE.UU., de donde procede más del 95 % de su totalidad, representan entre el 25 % y el 30 % del Producto Interior Bruto (PIB) de Honduras, el 20 % del de Guatemala y el 24 % de El Salvador, de acuerdo con los datos oficiales disponibles.
Inspirados por Trump
Ambas propuestas republicanas respaldan la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, que ha hecho del combate a la inmigración indocumentada una de sus prioridades.
El impuesto del 5 % sobre los envíos tiene como objetivo financiar las exenciones fiscales prometidas por el mandatario y apoyar iniciativas de seguridad fronteriza.
Este cobro se aplicaría a los envíos hechos por indocumentados, inmigrantes con residencia permanente, visas de trabajo o amparados con cualquier beneficio migratorio. Los ciudadanos estadounidenses estarían exentos del gravamen.
Se espera que el Legislativo le dé un trámite rápido al ‘Gran y Hermoso Proyecto de Ley’, y aunque actualmente no cuenta con los votos necesarios para ser aprobado, los activistas temen que el impuesto a las remesas del 5 % pueda mantenerse en una propuesta enmendada que logre el respaldo de la mayoría.
Desde su primer mandato Trump ha apoyado la imposición de gravámenes a las remesas, que este año le ayudarían a balancear los recortes prometidos en su campaña de reelección.
«La aprobación de un pequeño impuesto a las remesas así sea de solo el 5 % abre la puerta para que más adelante este gravamen suba aún más», advierte Gutiérrez, que espera que la iniciativa de imponer un impuesto del 37 % a las remesas de los cinco países con más inmigrantes no prospere.
Sin embargo, Tejada señala propuestas tan radicales como la del congresista republicano por Florida Carlos Giménez, que solicitó recientemente al secretario del Tesoro, Scott Bessent, «eliminar» en su totalidad las remesas a Cuba, en este caso, como castigo al régimen en la isla.
La activista salvadoreña, sin embargo, dijo que «los envíos que hacen los inmigrantes no son para un gobierno, sea el que sea, son para las familias que necesitan de esa ayuda. No depende de quién esté en el poder».
El malestar por la propuesta del cobro del 5 % a las remesas llegó hasta México, donde la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la medida como una «injusticia», señalando que ya los inmigrantes pagan gravámenes.
«A ver: cómo van a gravar si ya pagan impuestos los mexicanos allá (…) Todos los mexicanos que viven en Estados Unidos pagan impuestos, tengan documentos o no tengan documentos, todos pagan impuestos», afirmó la mandataria mexicana.
.