Lluvias ponen en riesgo la vida de los presos del CEPRA

En el transcurso del 2022 las lluvias han causado estragos en el estado Mérida, afectando así a los habitantes de la región que han tenido que lidiar con inhumaciones por los deslizamientos de tierra, pérdidas de cosechas e incluso pérdidas humanas. Hoy los presos que se encuentran en el Centro Penitenciario de la Región Andina (CEPRA) corren peligro.

Son 540 hombres que actualmente están recluidos en el CEPRA, cárcel ubicada en el sector El Estanquillo, San Juan de Lagunillas del municipio Sucre, estado Mérida.

Los familiares relataron al equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) que desde los meses de febrero – marzo han caído fuertes lluvias en el municipio Sucre. En consecuencia, las aguas se estancan dentro del recinto carcelario, causando graves daños y deterioro en la infraestructura del penal.

La cancha deportiva se ha ido deteriorando en gran medida con el paso del tiempo, y por si fuera poco también se derrumbó una garita de seguridad.

Trascendió que detrás del penal está ubicado un cerro, que además es atravesado por la quebrada La Sucia. Cuando llueve, el agua que cae desde este cerro inunda las instalaciones del CEPRA, ocasionando deslizamientos de tierra que también han caído dentro del recinto penitenciario.

El grave daño a las instalaciones es evidente y los familiares están muy preocupados por la vida de los privados de libertad, quienes están expuestos a la crecida del río y un probable alud de barro. Incluso los reos aseguran que durante la madrugada escuchan explosiones provenientes de la montaña, seguidas por la caída de grandes rocas.

Sin agua potable

El problema de las lluvias también trae como consecuencia la escasez de agua potable, que anteriormente les llegaba con tonalidades amarillentas o marrones. Es por ello que ahora los presos deben usar el agua de lluvia estancada o el líquido de la quebrada en la cual, tal como denunció OVP en varias oportunidades, abundan heces de animales y otros desechos que podrían tener efectos devastadores en la salud de los reclusos.

Asimismo, los familiares denunciaron que solo pueden llevarles agua potable los días sábados, pero no todos tienen esta opción. En este punto es necesario resaltar que hay muchos presos que no reciben visita, por ende tampoco reciben agua ni víveres, porque los responsables de su manutención son personas de la tercera edad o viven en otros estados y no pueden costear los gastos de transporte, entre otras cosas.

Por último, los familiares hicieron un llamado al Ministerio de Servicios Penitenciarios para que evalúen la infraestructura del CEPRA, además de las condiciones en las que viven los privados de libertad, cuyos derechos humanos se están viendo gravemente vulnerados.

Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones

 

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