Momentos de regocijo se vivieron en el Santuario Nuestra Señora de Coromoto, donde la Iglesia venezolana celebró una misa de acción de gracias por la reciente canonización de sus dos primeros santos: San José Gregorio Hernández y Santa Madre Carmen Rendiles.
La ceremonia marcó un hito en la fe del país, que ahora se proclama «tierra de santos». El acto central de la celebración se hizo con la recepción de las reliquias de los nuevos santos.
Las autoridades eclesiásticas recibieron los objetos de manos de la Hermana Rosa María Ríos, superiora general de la congregación de las Siervas de Jesús en Venezuela, congregación fundada por la Madre Carmen Rendiles.
Durante la homilía, Monseñor Raúl Biord, Arzobispo Metropolitano de Caracas transmitió el sentimiento de orgullo por este acontecimiento espiritual. «Los venezolanos sentimos un profundo orgullo por estos dos compatriotas que se han graduado de santos (…) Venezuela de ahora y para siempre es tierra de santos», expresó, resaltando la trascendencia histórica y religiosa de las canonizaciones.
Llamado a la fe
El Nuncio Apostólico del Vaticano para Venezuela, monseñor Alberto Ortega, también se unió a la celebración, reafirmando la importancia del reconocimiento vaticano a las dos figuras venezolanas.
«Hoy damos gracias a Dios por la Canonización de los dos primeros santos venezolanos el Dr. José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles», señaló Mons. Ortega en sus palabras.
La misa concluyó con un llamado a la feligresía a vivir y mantener la fe inspirada por el médico de los pobres y la fundadora religiosa, en una jornada que celebró la fe, la santidad y la identidad nacional.
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