Identidad de la Valera posible 

Ponencia completa, XIII Congreso de la Trujillanidad

Econ. Eladio Muchacho Unda

 

Por: Eladio Muchacho Unda

Muchas gracias a la Universidad Valle del Momboy, a su Centro de Desarrollo Humano Sustentable,  a Voces de Valera, a la Comisión Bicentenario de Valera 2020 y a la Escuela de Liderazgo y Valores, por la invitación para participar en este XIII Congreso sobre la Trujillanidad. Muchas gracias a cada uno de Ustedes por asistir, pero especialmente por estar. Gracias a todos.  Dice Arianna Martínez Fico, mi esposa, que la gratitud es la antesala de los milagros.

Tenía previsto dedicar el sábado y el domingo pasados a trabajar sobre la preparación de esta ponencia, pero al final de la tarde del viernes recibí las publicaciones sobre una supuesta estafa en la que vinculan a la Universidad Valle del Momboy. La información me preocupó mucho, me afectó emocionalmente y copó mi atención durante el fin de semana. Considero que la UVM es una de las más importantes instituciones de Trujillo, especialmente cuando del futuro de Trujillo se trata. Pensé, reflexioné, leí y recordé a  Ilya Prigogine y sus estructuras disipativas, concretamente en cuanto a la aplicación de su teoría a las organizaciones como sistemas vivos. La Universidad Valle del Momboy es un sistema vivo con conciencia, que se mantiene activo mediante un continuo intercambio de energía, fundamentalmente de información. Recuerden que la información es la energía creadora del universo. Ocurre que a veces la carga de energía, información, que entra en el sistema lo perturba, lo descompensa y lo desplaza hacia estados caóticos, y frente a esa realidad pueden suceder dos situaciones: el sistema cae en un desorden total, se desintegra y desaparece; o el sistema logra salir del caos, alcanza mayores niveles de complejidad y se transforma, aumentando su capacidad para mayores y más complejos desafíos.

La gran pregunta es: ¿por qué frente a una perturbación como la que vive la UVM, unos sistemas se desintegran y otros se transforman y aumentan su  capacidad para enfrentar nuevos retos?. La respuesta nos la da la identidad del sistema y los conceptos que la definen: visión, misión y valores. La identidad se expresa en una historia de vida que hace posible surfear el caos, llegar al punto de bifurcación, transformarse y expandir su capacidad de acción. Es lo que los trujillanos que que con sinceridad queremos y  valoramos a la UVM esperamos que suceda, que la universidad se conecte con lo mejor de si misma para iniciar un nuevo ciclo de renovación y expansión. Dios bendiga a toda la comunidad de la Universidad Valle del Momboy, la anfitriona de este evento.

Les hablé de IDENTIDAD y cómo en momentos de perturbación, la identidad y la capacidad de autorreferencia son determinantes del futuro.

«La importancia de la identidad para la Valera Posible» es el título del tema que me asignaron, y para ser mas preciso y concreto permítanme leer las consideraciones de la doctora Margaret Wheatley sobre el significado de la identidad, dice así:

 

IDENTIDAD

La denudad es el principio fundamental do los sistemas autoorganizados Abarca H significado el propósito y las Intenciones de la organización y proporciona la coherencia en tomo do la cual so produce la estabilidad del sistema. La identidad (acuita el orden y la transformación Incluso en ambientes turbulentos porque proporciona un marco de referencia constante para la Integridad y la renovación de la organización. Las organizaciones y las personas poseen la capacidad do la autoneferenda cuando la identidad, el propósito y el sentido son claros, y los líderes crean las siguientes condiciones

(Margare! Wheatley y Myron Kellner – Rogé.’*)

 

Identidad para la Valera posible

Cuando hablamos de la importancia de la identidad para la Valera Posible nos referimos a la Valera que queremos, y ello implica que debemos tener muy claros los tres conceptos que la definen, esto es, visión, misión y valores. Hay trabajo adelantado al respecto, lo realizó la Escuela de Liderazgo y Valores de la UVM en el año 2001. Hay que revisarlo y actualizarlo de forma participativa e incluyente. Ahora bien, la Valera que tenemos es una realidad, Valera es una historia de vida y en consecuencia existe una identidad. Al introducir el elemento «tiempo» nos encontramos frente a tres Valera: la Valera que tuvimos, la Valera que tenemos y la Valera que queremos. Tres dimensiones de la ciudad que debemos conectar y armonizar, en función del objetivo: la Valera Posible.

«Voces de Valera» y el periodista Elvins González por Diario de los Andes, han realizado un trabajo visionario al acentuar su interés en la Valera que tuvimos, porque ahí hay reservas y fortalezas, recursos fundamentales para el despliegue de la Valera Posible, que no es otra cosa que una potencialidad que está plegada sobre si misma a la espera de una narrativa que desencadene su despliegue. David Bohm, un gran físico del siglo pasado, afirma: «El destino está implicado en el universo para buscarlo y desplegarlo»; y Francisco Varela, científico chileno, nos dice: «Desplegamos las posibilidades del universo implicado usando el lenguaje». La Valera Posible espera por esa narrativa. Es una tarea pendiente.

 Don Miguel Ruiz, sabio tolteca, autor de «Los cuatro acuerdos», dice en el primer acuerdo, «Sé impecable con tus palabras». Una sola palabra puede crear un cielo o encender un infierno; puede movilizar o paralizar, puede deprimir o entusiasmar. ¿Por qué hago referencia a esto? Porque tengo dudas que la expresión «Valera Posible» sea la más adecuada para lograr lo que queremos.  Necesitamos una expresión que motive, entusiasme y movilice. La identidad de París la definen dos palabras: Ciudad Luz. La identidad de Bután la definen cinco palabras: el Reino de la Felicidad. La identidad de San Cristóbal la definen cinco palabras: la ciudad de la Cordialidad. A nuestra querida Mérida, Don Mariano Picón Salas la definió con ocho palabras: Mérida es una Universidad con una Ciudad adentro. Pregunto: ¿Nos quedamos con «La Valera Posible» o generamos una expresión con mayor poder emocional?. Según el doctor Humberto Maturana las emociones son predisposiciones para la acción, detrás de cada acción hay una emoción.

 

Hace varios años escuche a Raúl Díaz Castañeda expresar su admiración por la luminosidad de Valera. Fue en un programa de radio, yo iba rumbo a la zona industrial y su declaración alborotó mi imaginación. Me pregunté: ¿por qué Raúl se da cuenta de algo que la mayoría de los valeranos no apreciamos?. Debe ser porque Raúl tiene alma de poeta y los poetas andan por las azoteas de la conciencia, ven más allá de la mirada, me dije a mi mismo, pero ¿por qué el sol distingue de esa forma a Valera? ¿Por qué la alumbra con esa luz?. Entendí que Raúl hacía referencia a una  luminosidad bondadosa, una luminosidad que acoge, que recibe, que hospeda, una luminosidad amorosa… Llegando a la oficina me dije, así como hay un toro enamorado de la luna, el sol está enamorado de Valera, Valera es una de las novias del sol, y ese día lo dejé hasta ahí… Es hora de volver a pensar sobre el tema para lograr que Valera viva un luminoso bicentenario, que se proyecte por los próximos veinte años, tiempo suficiente para convertir  sueños en realidades.

 

Muchas gracias

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