ICONOS DEL DEPORTE / “Chuchú» Pérez: estela excepcional en la pelota regional

Las características de Jesús Pérez según opiniones de quienes lo vieron jugar eran difíciles de conseguir porque la calidad de "Chuchú" no tiene parangón en la pelota regional. Pérez acumuló en su hoja de vida deportiva excepcional

 

Durante su dilatada carrera deportiva alcanzó un gran desempeño tanto como jugador de béisbol como softbol. Esta introducción es para presentar una figura emblemática de la pelota trujillana, otra leyenda viviente del deporte regional, su nombre: Jesús, le apodan «Muela de Gallo» y se apellida Pérez. Un deportista de extenso pergamino el cual hemos sintetizado para rendirle tributo a más de 50 años de vida atlética.
Magistral fue la performance de un hombre que se inició en el deporte desde muy corta edad, destacándose en aquella pelota juvenil y de barrios como lanzador.
Al dejar la etapa juvenil “Chuchú” Pérez, este escuqueño de pura cepa, llega a Bella Vista en pantaloncillos cortos y con su estampa campesina y se une al beisbol de competencia defendiendo los mejores equipos locales e integrando aquellas grandes selecciones de Trujillo en campeonatos de carácter nacional. Lo fuerte de Pérez según lo que hemos conversado con voces autorizadas como, Francisco Graterol Vargas, Evencio Daboín, Memo Bracamonte, entre otros, lo vivió en el softbol «AA» o Látigo. Su bateo era fuerte, siempre le tocó ligar ante una constelación de lanzadores que le imprimían lanzamiento meteórico. Esos lanzadores tenían nombre y apellido y se pasearon por los montículos de los años 70, entre otros: Alfredo Rodríguez, Juan Ignacio González, Pantaleón Brito Irán Paz, «Cochinito» Romero, Melgarejo, Edgardo Montiel, Wuefer Ferreira, Gustavo Hidalgo, todos con brazos respetables a los cuales el gran “Chuchú” le bateaba con facilidad.
Jesús “Chuchú” Pérez, un extraordinario jardinero con guante impecable e insigne bateador pertenece a ese grupo selecto de excepcionales de la pelota trujillana, lista en la cual podemos nombrar a: Mariano Quintero, José Campos, Numa Terán, Moisés Andrade, Bernardo Portillo, Rafael «Coca» Abreu, Ramón Albornoz, Rubén Marín, José Tinaure, Ramón Gallardo, Jesús Briceño Mora, Asdrúbal Rojas, Félix «Biagge» Rivas, Jesús Rizales, Eleticio Aguilar, Oscar «Loco» Barrios, Elvis Africano, Robinson Galué, Chilingo Perdomo, Juan Valera, Manuel Valderrama, Ulises Pereira, Amable Ramírez, Rafael Peña, Aquiles Macías, los hermanos Albornoz, Amable Suárez, Gabriel Briceño, Rubén Fajardo, Johamer Aguilar, Rafael La Cruz, y el inolvidable Daniel Sulbarán, y mucho más de una larga lista.

 

 

JUGADOR completo, lanzaba, bateaba, corría bien, y un guante impecable.

No solo en la pelota

 

El estelar “Chuchú” no solo fue un destacado del beisbol y softbol. Un día nuestro amigo “Cheo” Cárdenas (+) en una conversa junto a Florencio Monrreal, Jorge Trejo y Oscar Barrios en el Casino Militar momento en que se celebraba el título del equipo Adolescentes en el año 2004, nos comentaba que Pérez fue un deportistas nato y que cuando llegó a Bella Vista a los 16 años aproximadamente jugó bolas criollas y voleibol hasta que logra cupo en el equipo juvenil del barrio, más tarde es reclutado por la divisa del Monseñor Castillo de Plata Dos con quien conquista su primer título, destacándose como gran lanzador por el respetable brazo. En el amateur su equipo de mil amores fue el MOP institución del Estado a la cual llega como trabajador y pelotero.

 

 

 

 

Jugador de gran elegancia

 

CADA VEZ que se levantaba un alto flay con dirección al center fil salía a reducir la elegancia de Pérez, su desplazar era como águila en busca de su nido. Y es que la manera, de su fildeo era inconfundible. Tenía un estilo único, como solamente él sabía hacerlo. Muy a lo «Chuchú».

LAS CARCATERISTICAS de Jesús según opiniones de quienes lo vieron jugar eran difíciles de conseguir porque la calidad de «Chuchu» no tiene parangón en la pelota regional.
Logra acumular en su hoja de vida deportiva más de 20 campeonatos nacionales, en softbol y béisbol. Innumerables hazañas en el campo de juego, tanto como pitcher y jardinero.
Se recuerda como en los nacionales de Maracaibo le ganó a D.F., campeón del evento, 2×1 y cuando tenía 17 años derrotó a Los Cardenales de Lara.

 

Dos grandes recuerdos

 

El 13 de julio de 1992 se develó una placa en su nombre en el estadio del MTC

1971

EL PRIMERO de ellos se sucedió en Ciudad Bolívar. Cuando estaba en la antesala como bateador, alguien le participaba que su señora esposa había dado a luz un robusto varón, él respondió que su turno al bate el cual se lo dedicaba a su hijo. Su inspiración fue tal, que conectó soberbio cuadrangular con las bases llenas. Ese batazo le daba la victoria a Trujillo sobre Bolívar 1x 4 y así el primer título en la historia para el softbol regional. Fue un ocho de noviembre de 1971.

 

 

1975

EL OTRO recuerdo que mejor guarda el orgullo de la Tierra de Nubes, Escuque, fue en la ciudad de Barinas, en el campeonato Nacional de 1975. Trujillo enfrentaba a Barinas para definir el campeón. En el cuarto capítulo, el local ganaba 4×2. Se promediaba el cuarto episodio con el siguiente marcador, Barinas ganaba 4 carreras por 2. En ese inning el trujillano Pedro Rosales que lanzaba por Barinas recibió fuerte castigo. Los bates trujillanos le acabaron el juego y el campeonato. Se fueron para la calle Moisés Andrade (+) y Jesús «Chuchú» Pérez con un compañero a bordo para impulsar dos, lo que a la postre le valió el triunfo más emblemático del sotbol trujillano.

 

 

Un retiro equivocado, y Vitico la motiva a regresar

 

EN 1964 integró el equipo de El MOP organismo en el cual demás prestaba servicio. Se une a otros grandes como: Bernardo Portillo, Rafael Pérez, Juan Izarra, Enrique Pineda, José Duarte, Jesús Maldonado, Ramón Gallardo, Mariano Quintero, Henry León, Juan Nuñez, Cheo Cárdenas y Rafael La Cruz. Fueron campeones del estatal Clase A de béisbol.

 

Transcurría el año de 1976, en ese año Jesús “Chuchú” Pérez algo decepcionado anuncia su retiro de la pelota activa. Él creía que ya había llegado el momento de colgar el guante y el bate. Pero ese retiro para mucho era un duro golpe para el softbol y beisbol, se iba uno de su máxima figuras cuando aún parecía que tenía mucho que dar.
Ese retiro duró tres años, la nostalgia por un campo de juego, la insistencia de sus amigos y compañeros de equipo de Veteranos logran convencerlo para que volviera al juego.
Ese regreso se produce en 1979, el escenario fue el estadio Olímpico de El Milagro, el mismo que lo había visto hacer grande atrapadas y batear a granel.
El propio “Chuchú” Pérez nos relata ese momento: “Debo reconocer que cuando tome la decisión de retirarme estaba equivocado. En ese instante, pensé que ya no tenía nada que buscar. Pero no era así. Yo tenía 32 cuando me fui y 35 el día que regrese en el 79. Una de las motivación que tuve, fue ver a Víctor Davalillo jugar en Grandes Ligas a los 40 años.”
Al momento de aquel inoportuno retiro, su equipo había sido, Taller Valera de Alejandro Duran (+)
“Mis amigos me terminaron de empujar para que volviera. Tome la opinión de gente como “Pan de Leche” Gamboa, Ramón Mendoza, entre otro, además los dirigentes del equipo “Los Veteranos” me convencieron. Quería estar seguro del paso que iba a dar y no volverme a equivocar.”

 

Apoteósico retorno

 

A sus 35 años, «Chuchú» Pérez poseía, la clase suficiente para ser aplaudido por los fanáticos de la época, y es así como el miércoles 11 de noviembre de 1979 hace oficial su vuelta al diamante. Ocurrió en un juego entre Veteranos y su antiguo equipo Taller Valera, le tocó enfrenta a Winston Cabrera y le ligó cuadrangular, su regreso no podía haber sido mejor.
Pero la cosa no quedó ahí. El domingo siguiente (15 noviembre 1979) “Chuchú” repitió la dosis pero ahora contar Los Leones, siendo otra vez héroe en la victoria de su equipo, 6 a 5.
«Chuchu» a pesar de los tres años retirados de la pelota demostraba que aún estaba entero.
Jesús Pérez, fue a consumir turno al bate. Según una reseña periodística de la época firmada por Graterol Vargas en Diario de Los Andes: “A Pérez lo recibió Claudio García, quien salía en auxilio del abridor de Los Leones, Héctor Méndez, castigado por un tubey de Oscar Barrios, que barrió las bases, para poner el marcador, 3—1 a favor de Los Veteranos. García, tiró una bola alta. Pérez le hizo swing, ese swing que le ha valido ser cuarto bate, tanto en softbol como en béisbol, dentro y fuera del Estado. La pelota se había ido del parque”. Era su segundo cuadrangular en dos juegos en la semana de su retorno a la pelota activa. Su regreso no podía ser más apoteósico.
“En el cuarto episodio ya con el score empatado a cinco carreras por lado. Los Leones colocaron hombre en tercera. “Chuchú” jugaba normal. Se produjo batazo al center. Pérez tomó la pelota y lanzó a la goma, naturalmente, con la suficiente prontitud para que Oscar Barrio completara el out en la goma.”
«Yo se la puse ahí para que se fajaras y se fajo, el “Loco” era un bárbaro detrás del home», reaccionó Pérez. A la poste Veteranos gana 6x5a Leones.

 

Añora aquellos tiempos

 

Jesús «Chuchu» Pérez a sus 76 sigue pendiente de todo lo acontece en la pelota. Igualmente añorando lo años aquellos de glorias de la pelota trujillana, de grandes peloteros, de mucha mística, competitividad, de amistad y sobre todo de buena dirigencia. “Desde hace mucho tiempos se perdió todo eso, ya no hay dirigentes como lo antes, lo que en el pasado resultó aval para brindar grandes satisfacciones al béisbol y softbol, por eso es bueno recordar aquellas labores que brindaron Pedro Hidalgo y Juan José Cárdenas entre otros, fueron dignos de aplaudir; trabajaban con tesón y con mucha perseverancia en busca de lograr metas anheladas. Después los dirigentes se ocupaban más de lo que les iban a quedar en viáticos que de otras cosas para beneficio del conjunto respectivo. En el pasado el pelotero era más íntegro, sudaba su camiseta en terreno de juego, ahora algunas veces no se desliza en las bases por temor a una lesión o en su efecto por no tener fuelle necesario tan vital para alcanzar victorias. De eso no quedó nada, por esa razón el beisbol y el softbol se acabaron en el estado Trujillo y sobre todo en Valera la cual era la gran potencia”, afincó.
“Chuchú Pérez ha sabido cultivar grandes amistades, “gracias Dios coseché éxitos en el terreno de juego, pero lo mejor que he ganado han sido los grandes amigos que conservó como un tesoro.”
FRASE

“Debo reconocer que cuando tome la decisión de retirarme estaba equivocado. En ese momento pensé que ya no tenía nada que buscar”.

 

DE INTERES

20
Campeonato Nacional aproximadamente vieron el talento del trujillano

3
Títulos nacionales conquisto Pérez con las selecciones de softbol de Trujillo

32
Años tenía “Chuchú” cuando anunció su retiro en 1976, pero tres años más tarde con 35 años regresa por la puerta grande.

 

 

 

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