IBSEN Y SU OBRA: ‘UN ENEMIGO DEL PUEBLO’ | Por:Ernesto Rodríguez

Ernesto Rodríguez (ernestorodri49@gmail.com)

La obra ‘Un Enemigo del Pueblo’ (1882) es una de las más importantes del gran dramaturgo noruego Henrik Ibsen (1828-1906).

El argumento es muy sencillo: El Dr. Tomás Stockman es el médico del Balneario Municipal en una ciudad costera y descubre que hay una gran contaminación de las aguas debida a descargas de materiales residuales ocasionadas por errores en la construcción del balneario. Entonces se propone como hombre de ciencia comprometido con la verdad y el bienestar de la comunidad denunciar públicamente el caso creyendo de buena fe que prevalecerá la sensatez y el deseo de subsanar tan grave situación.

Al principio, Hovstad, editor del periódico ‘El Mensajero del Pueblo’,  Billing, subeditor del mismo y Aslaksen, su impresor, le aseguran al Dr. Stockman que le darán todo el apoyo en su denuncia pública aunque haya que enfrentar a los poderosos de la ciudad. Sin embargo, Pedro Stockman, hermano del médico, es el Alcalde de la ciudad y representa el poder político establecido y los enormes intereses económicos de  los grandes accionistas del balneario.  De inmediato, Pedro Stockman se opone a la denuncia y comienza a amedrentar a su hermano diciéndole que perderá su cargo como médico del balneario. El Alcalde también se apresura a neutralizar la denuncia y amenaza al editor del periódico y los mencionados periodistas con el argumento de que la clausura del balneario ocasionaría grandes pérdidas económicas, porque la reparación del sistema de drenajes tardaría más de dos años, y eso implicaría que la ciudad dejaría de percibir grandes ingresos. Entonces Hovstad, Billing y Aslaksen cambian su actitud y se ponen en contra del Dr. Tomás Stockman.

En el Acto II se desarrolla la siguiente conversación entre el Dr. Stockman, su esposa Catalina Stockman y su hija Petra que es maestra. “Señora Stockman: Pero querido Tomás, tu hermano tiene el poder de su lado.- Dr. Stockman: Sí, es verdad, pero yo tengo la razón de mi lado.- Señora Stockman: ¡Oh sí, la razón!. ¿De qué sirve tener la razón de tu lado si no tienes el poder?.- Petra: ¡Oh madre!. ¿Cómo puedes decir semejante cosa?”.

En la obra Petra se identifica con su padre. Más adelante, cuando la Señora Stockman trata de convencer al Dr. Stockman de que no prosiga con su denuncia y le dice que considere el futuro de su familia y sus hijos, el Dr. Stockman responde: “¿Qué otra cosa supones que debería hacer yo sino defender la justicia y la verdad?…¡Estás fuera de tus cabales Catalina!. Si yo fuera un miserable cobarde y me arrodillara ante Pedro y sus condenados secuaces ¿Crees que yo tendría una hora de paz mental durante el resto de mi vida?…¡Ni aunque todo el mundo entero se caiga en pedazos doblaría mi cabeza bajo el yugo!” (Acto II).

Luego el Dr. Stockman promueve una asamblea pública para hacer la denuncia, pero no puede ni hablar porque se lo impiden saboteadores manipulados que han enviado y la mayoría de la asamblea lo declara: ‘Enemigo del Pueblo’. El Dr. Stockman es abucheado, insultado y hasta le apedrean las ventanas de su casa. A su hija Petra la despiden de la escuela y a él lo despiden del cargo como médico del balneario. Los antiguos conocidos dejan de tratarlo y se ponen en contra de él con el argumento de que ‘no tienen otra alternativa y se ven obligados’. Luego en la obra, al Dr. Stockman le ofrecen grandes sumas de dinero para que se retracte y se doblegue,  pero las rechaza y se mantiene firme en su defensa de la verdad científica. En el último acto de la obra el Dr. Stockman dice: “Un hombre libre jamás debe hundirse en la basura, nunca debe comportarse de tal manera que sienta repudio por su propia persona” (Acto V).

Esta obra ilustra muy bien la defensa de los principios éticos para sustentar la verdad científica en su lucha contra un pragmatismo carente de escrúpulos éticos y un mercantilismo soez, que solamente toman en cuenta los intereses financieros y no consideran la calidad de la vida humana. Además, en la obra también se ilustra con mucho acierto la lucha que hay frecuentemente entre los problemas ecológicos por contaminación y los grandes intereses políticos y económicos que predominan en las sociedades.

 

 

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