La diferencia en el costo de caja a bolsa y la exclusión de personas que no tiene como adquirir la segunda oferta que tiene un costo de 240 mil bolívares, llevó a vecinos de diversos sectores de la parroquia Betijoque a paralizar las actividades ayer en horas de la tarde, atravesando obstáculos en la calle 24 con avenidas 3, 5 y 6 de la capital del municipio Rafael Rangel
Tiene fama la calle 14 de Betijoque, a 50 metros de la sede la Unefa, por las protestas que se realizan en el señalado lugar, tomado ayer por vecinos de diversas barriadas, entre estos La Juventud, de la parroquia Betijoque, que desean tener el mismo trato en cuanto a la adquisición de alimentos, pues mientras a la parroquia Los Cedros les dieron la opción de adquirir la caja de alimentos por un costo de 25 mil bolívares con diversidad de productos, a ellos los incluyen en una oferta no muy bondadosa, por la bonita suma de 240 mil bolívares, lo cual es protestado por los vecinos, especialmente por las amas de casa de los sectores populares de la parroquia Betijoque.
“Queremos la caja no la bolsa” conjugada con las voces vecinales que señalaban, “aquí estaremos hasta que llegue el Alcalde”, funcionario que según dijeron los huelguistas, es no muy dado a conversar con los vecinos que protestan.
La huelga se inició después de las 2 de la tarde y cubría la calle 14 en las avenidas 3, 5 y 6 de Betijoque, formándose de inmediato tremenda cola de extremo a extremo de la vía, unos que querían pasar hacia Valera y otros hacia el eje panamericano, pero la decisión de los huelguistas era irreversible, continuar con el paro y hacerse escuchar por las autoridades que tienen poder y deciden en las distribución de los alimentos en Rafael Rangel.
Igualdad de condiciones
Los vecinos, principalmente del barrio La Juventud se quejaban que no tendrían como adquirir la bolsa de alimentos por el alto costo que tiene la misma, además inconcebible que a un sector le vendan la caja por un precio asequible y a otro lo castiguen de esta manera adquirir la bolsa por un precio inalcanzable. Qué clase de revolución, dijo un vecino. “La Revolución del hambre y de la discriminación”, precisó otro.