El 26 de noviembre de 1820, conforme a lo convenido, se firman este día en Trujillo el Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra entre España y Colombia, representadas ambas naciones por Pablo Morillo y Simón Bolívar. El texto se iniciaba: “Deseando los Gobiernos de Colombia y de España transigir las discordias que existen entre ambos pueblos”, lo que implicaba un reconocimiento de parte de España de la existencia de la República de Colombia. Era una trascendental victoria política para los patriotas producto de su constancia y heroísmo durante diez largos años de guerra y privaciones. De ahora en adelante eran dos naciones, de igual a igual. El Libertador Simón Bolívar dejaba de ser “el forajido”, “el bandolero” para pasar a ser “Su excelencia el Presidente”. Los patriotas dejaban de ser “una banda de traidores” para ser reconocidos como un ejército beligerante.
Según el propio Libertador, este Tratado «es digno del alma de Sucre», por el cual desde ahora en adelante «se hará la guerra entre España y Colombia como la hacen los pueblos civilizados» relatan las reseñas sobre el hecho.
Aunque el Armisticio se rompió antes de vencerse el plazo, sirvió para refrescar la tropa, entrenarla, vestirla y darle nuevos bríos para la lucha que continuó y desembocó en la batalla de Carabobo. Otro hecho positivo de este Tratado fue la finalización de la Guerra a Muerte, aunque en la práctica ya Bolívar la había dejado de hacer.
El 27 fue el encuentro
El 27 de noviembre de 1820, en el pueblo de Santa Ana, en Trujillo, se realiza la histórica entrevista entre Bolívar y el Jefe realista Pablo Morillo, para ratificar con un abrazo los Tratados que acababan de firmar de allí nace el Monumento en Santa Ana de Trujillo, en el cal celebran todos los 27 de noviembre, dejando el 26 de noviembre día de gran relevancia sin mucho realce.
Es importante recordar que a lo largo de la historia, durante algunas guerras se han decretado armisticios en períodos especiales. Por ejemplo, los ejércitos cristianos no se agredían durante la Navidad, o las ciudades-estado griegas durante las Olimpiadas.
Bolívar y Morillo
Es fama que este recio general español se sintió avergonzado cuando vio concurrir al sitio previsto al Libertador, con la mínima compañía, montado en una mula, sin arreos militares, con gorra de campaña y una levita azul. En cambio Morillo venía con sus mejores galas y una considerable escolta. Después de numerosos abrazos, se hicieron originales brindis.
Luego, el Jefe español propuso que se erigiera en el sitio una pirámide que recordara el abrazo fraternal, y Bolívar y Morillo pusieron la primera piedra de ese monumento que hoy existe en Santa Ana. Ambos coincidieron, en sus respectivas relaciones, que pasaron los momentos más felices al entablarse tal amistad.
El 1º de Diciembre de 1820 renuncia a la Capitanía General de Venezuela el General Pablo Morillo, quien había venido con órdenes de pacificar las colonias y dejó el mando en manos del General Miguel de la Torre y regresó a España.
¿Qué interrumpió el Armisticio?
El Armisticio firmado en Trujillo quedó interrumpido antes del plazo señalado y la guerra se reanudó a partir del 28 de abril de 1821. La causa de esta interrupción fue el pronunciamiento de la ciudad de Maracaibo, en donde una asamblea popular reunida el 28 de enero, declaró la ciudad y su territorio constituidos en «República Democrática», unida a Colombia. Inmediatamente después de este pronunciamiento, las tropas patriotas entraron en Maracaibo y ocuparon la plaza. Estos hechos fueron interpretados por los realistas como una violación del Armisticio, basándose en que Maracaibo estaba dentro de los límites del territorio que les correspondía según el tratado. Sin embargo, el pronunciamiento de Maracaibo era un acontecimiento de gran importancia que venía a reforzar las posiciones políticas y militares de los independientes. Esta ciudad y su provincia habían permanecido fieles al gobierno Español y el cambio de actitud que ahora asumía no podía quedar sin el debido respaldo del gobierno patriota. En tal sentido, El Libertador mantuvo la ocupación de la ciudad e invitó al jefe español a conversaciones para llegar a un acuerdo favorable del incidente. Este arreglo no fue posible, y ambos bandos convinieron reanudar las hostilidades a partir del 28 de abril.
Fragmentos del tratado de Regularización de la guerra
«Art. 1º. La guerra entre Colombia y España se hará como la hacen los pueblos civilizados….
Art. 2º. Todo militar o dependiente de un ejército tomado en el campo de batalla, aún antes de decidirse ésta, se conservará y guardará como prisionero de guerra, y será tratado y respetado conforme a su grado, hasta lograr su canje.
Art. 4º. Los militares o dependientes de un ejército, que se aprehendan heridos o enfermos en los hospitales y fuera de ellos, no serán prisioneros de guerra, y tendrán libertad para restituirse a las banderas a que pertenecen luego que se hayan restablecido».
DATOS
Un armisticio consiste en la suspensión de las agresiones entre dos grupos (países, naciones, facciones) que se encuentran enfrentados en una lucha armada. No incluye necesariamente la firma de un tratado de fraternidad sino que solamente cesan las hostilidades. Un armisticio es una situación de pacto que no equivale a un tratado de paz.
El Tratado de Regularización de la Guerra significó el compromiso de ambos bandos de hacer la guerra respetando las normas más elementales del derecho de gentes, que habían sido violadas de parte y parte durante los años de la guerra. Desde 1810, la guerra fue una contienda en que no se respetaba la vida de los prisioneros, ni siquiera la de los heridos en el campo de batalla. La firma de este Tratado vino, a significar la terminación de la guerra a muerte, proclamada por El Libertador desde 1813.
Los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra enmarcan, en cierto modo, la transición de la Guerra de Independencia de Venezuela, a la Guerra de Independencia de la República de Colombia. Ambos tratados fueron suscritos no a nombre del gobierno de Venezuela, sino del gobierno de Colombia.