Es lamentable escuchar testimonios de cómo los pacientes convulsivos presentan crisis y no hay medicamentos, dónde está la Defensoría del Pueblo, dónde está el humanismo. Cada vez que se denuncia al otro día todo aparece, la comida, los insumos, pero luego se convierte el lugar en una pesadilla porque la cacería de brujas contra el personal es insoportable
El 26 de julio se celebró el Día del Adulto Mayor. Algunos dirán, pero ya se había celebrado el pasado 29 de mayo, es así, pero existen dos fechas para homenajear a los abuelos y abuelas, el 26 de julio, fecha en que la iglesia católica conmemora el día de San Joaquín y de Santa Ana, padres de María y abuelos de Jesús; y, en mayo, que se celebra el Día Nacional del Adulto Mayor por resolución de las Naciones Unidas, adoptada en 1990. En la mayoría de los países de igual forma se celebra el 1 de octubre el Día Internacional del Adulto Mayor.
Lo cierto, es que como en todo, lo que vale es la calidad más que la cantidad, y en estos tiempos, aunque existan muchas fechas, muy poca gente se acuerda de ellos, los abuelos y abuelas, sobre todo, de quienes no tienen familia y están pasando días muy difíciles a pesar de que hay gente que quiere ayudarlos, pero por políticas gubernamentales, se hace imposible.
Todo cambió para mal
¡Ah mundo, aquellos tiempos! Eso dirían los abuelos y abuelas que están lúcidos y conscientes de todo lo que vivieron y lo que les ha tocado vivir en estos últimos años. Pero qué difícil resulta, para quienes están recluidos en el Hospital Próspero Reverend de Mesa de Gallardo, ubicado en el municipio Trujillo, en el cual, rememorando viejos tiempos, los abuelos y abuelas eran tratados como se merecían, eran consentidos, tenían ropa, estaban aseados, les cumplían los tratamientos porque había medicamentos, y en caso de no poder con todo la administración pública, se dejaba ayudar; recibían donaciones de fundaciones, familias, y quien quisiera visitarlos y llevarles lo que tuvieran en buen estado, incluso las escuelas, las universidades los visitaban, les hacían comida, actos culturales, les cortaban el cabello, entre muchas más actividades, sin detallar cómo celebraran el día del adulto mayor. Recuerdos que incluso, están registrados en los inicios de la revolución.
Pero, cómo han cambiado las cosas, han dado un vuelco de 360 grados, ya nadie tiene acceso al centro hospitalario, por obvias razones, el deterioro de las instalaciones y peor aún, las condiciones en las que mantienen a los pacientes que sobreviven en el lugar, impiden que entre ayuda. La forma como los tienen no habla de las bondades de un gobierno socialista y humanista, aquel que en tiempos del fallecido ex presidente Hugo Chávez alardeaba de los años dorados, que hoy ese brillo del dorado, se opacó, se apagó totalmente, mientras que los abuelos y abuelas viven en decadencia, sin que nadie del gobierno se conduela de ellos, solo reciben migajas.
La realidad que tratan de esconder
Al personal de enfermería lo obligan a manipular los pacientes con cuatro pares de guantes diario, tras el fallecimiento de muchos sólo quedan 40 abuelos y abuelas, un número que para quienes dirigen el hospital se hace complicado mantener y para muestra las condiciones en las que están, este es el segundo reportaje en menos de un mes que hace Diario de Los Andes, ante la crítica situación que viven, porque existen personas que sufren al ver a los abuelos así, y gritan SOS.
Nos han hecho saber de manera extraoficial, como un secreto a voces para no sufrir las represalias de los jefes, que existe una directora solo de nombre o de cargo, porque quien cumple su papel es la intendente, la titular en el cargo que de paso no es especialista en el área, trabaja también por Desarrollo Económico en Valera, y es raro cuando está en el ancianato, es decir, poco le importa lo que allí sucede. Si el personal pide más guantes o exige mejores condiciones de trabajo, la respuesta es que deben trabajar con lo que hay, y al que proteste o no le guste, lo cambian.
Contaminados con escabiosis
Los paciente se están contaminando con escabiosis ante la falta de aseo, no cuentan con medicamentos y la comida unos días bien y otros mal, no permiten recibir donaciones. El día del adulto mayor, el pasado viernes no se arroparon porque no había lencería, durmieron “pelados”, considerando que esas instalaciones son frías y ante tanta soledad y desamor, el frío pega en los huesos. ¡¡Ah rigor…!!
La directora se muestra indiferente ante lo que sucede, y ha dicho a sus trabajadores que la saquen por donde quieran, porque ella es intocable, sin embargo, alguien del gobierno debe tener abuelo o abuela, o pensar que en algún momento llegará a esa edad y qué triste tener que pasar por lo que viven esas 40 personas que están recluidas en el hospital geriátrico y que no tienen dolientes. Ni un trago de café les dan, aún cuando a los abuelos les fascina.
Dónde quedó el respeto
En tiempo pasado, pero bajo este mismo proceso político se habló del respeto hacia el adulto mayor, pero dónde está ese respeto, si un estado cuenta con una institución para brindar atención, que sea buena o que no exista la institución, los abuelos duermen en los colchones “pelados” sin sábanas, sin cobijas, algunos no tienen ropa, el aseo para los ancianos es limitado y al no controlar los esfínteres toda la ropa la ensucian, no tienen pañales, el personal de enfermería hace lo que puede, y si piden más, la respuesta es “resuelva con lo que tiene”, estos abuelos y abuelas no tienen familia, el mensaje de respeto hacia el adulto mayor».